Entrevista con Hugo Alconada Mon
“La Justicia Argentina no quiere y no puede investigar los Panamá Papers”
Así definía la actuación judicial el Prosecretario de Redacción de La Nación, Hugo Alconada Mon, una semana antes de que La Sala 2 de la Cámara Federal porteña cierre la causa penal contra el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, por supuesto lavado de dinero a través de dos sociedades offshore reveladas en una investigación periodística.
El periodista, abogado y miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) que por la investigación “Panamá Papers” ganó el premio Pulitzer este año, habló sobre la cobertura mediática y el uso político del caso en Argentina, la actuación de la Justicia y dijo que “es posible que haya nuevas publicaciones”.
El mail de aviso llegó a las 18.03 del viernes 8 de mayo de 2015. Desde Bruselas, la número dos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), Marina Walker, le anunció a Alconada Mon: “Tengo algo con ángulo argentino fuerte. Mucho más que en cualquier otra historia reciente. En unas dos semanas te podré contar”. Una fuente anónima llamada “John Doe” filtró 11.5 millones de documentos a los periodistas del diario Süddeutsche Zeitung, Bastian Obermayer y Frederik Obermaier.
Luego de ese mensaje, durante once meses investigó durante once meses y el 3 de abril de 2016, 376 periodistas de 109 medios de comunicación de todo el mundo difundieron información sobre los Panamá Papers.”Fue un capítulo muy importante que sirvió para aprender positivamente cómo investigar grandes volúmenes de información -ya que se filtraron 2.6 terabytes de datos- y por la negativa para aprender a manejar la manipulación política de la información que había”, señaló el periodista.
Anticipándose a una noticia que saldría una semana después de realizada esta entrevista, el periodista de La Nación se animó a pensar un tuit que resuma la tarea de la Justicia en el caso Panamá Papers. En 140 caracteres, @halconada pondría: “Más de lo mismo: la Justicia Argentina no quiere y no puede investigar los Panamá Papers”.
“El trabajo del fiscal Federico Delgado me parece bueno y la decisión del juez Sebastián Casanello era una de las posibles en el contexto de que este material podría ser una cuestión de evasión tributaria y no de lavado de activos por ende es la competencia del penal Económico”, señaló.
Consultado sobre el tratamiento mediático que se realizó en Argentina, Alconada Mon comentó que “A nosotros, por hacer lo que creemos correcto, nos terminaron puteando los amarillos y los kirchneristas. Ahora en la justicia se ve que ninguno de los dos bandos estaban diciendo la verdad, los que dijeron la verdad fuimos nosotros porque verificamos lo que publicamos”.
“Ver a imbéciles y mentirosos patológicos diciendo por ejemplo que estaba el cineasta Juan José Campanella en los Panamá Papers. Lo enchastraron, nada más que por razones políticas, y tuve que salir a aclarar que ese hombre no estaba metido.Hay tipos que no tienen límites éticos ni morales, mienten”, dijo el periodista de La Nación.
El diario francés Le Monde, a través de su corresponsal en Buenos Aires Christine Legrand, señaló: “El influyente diario argentino La Nación en medio de la tormenta”, tituló en un artículo y vinculó el “particular enfoque del matutino y el silencio que reina en la moderna redacción de Vicente López no sólo con el apoyo al presidente Mauricio Macri sino también con la relación de la sociedad anónima La Nación y de su director Luis Saguier con el mundo de las sociedades offshore y el estudio Mossack Fonseca, de Panamá”.
“Por ejemplo Boris Herrmann, corresponsal del Süddeutsche Zeitungen en Río de Janeiro que nunca nos llamó, se puso a opinar estupideces y al final los propios colegas de su medio lo tuvieron que frenar. También la corresponsal de Le Monde en Buenos Aires, quien se puso a opinar y nos tuvo que pedir disculpas. Ni te digo Roberto Navarro en C5N y muchos otros que tergiversaron la información y nosotros debíamos dar explicaciones, era ridículo. Para mí en un momento fue muy frustrante”, lamentó.
Reflexionando sobre los dichos de algunos periodistas en torno al trabajo de La Nación en los Panamá Papers, señaló: “Terminas cosechando críticas. Son las reglas de juego y me la banco, pero es desgastante. Nosotros publicamos que (Mauricio) Macri aparecía como directivo de una sociedad primero y luego de otra sociedad. Rápidamente manipularon la información para decir que era accionista, que no es lo mismo. Luego dijeron que no eran sociedades, sino cuentas bancarias y tampoco es lo mismo”, y agregó que “al final debemos salir a explicar lo que publicamos y te miran con carita de ‘estás ocultando algo’ por eso te hablo de frustración”.
Sobre la fecha estipulada para la publicación mundial y la implicación del Presidente de la Nación en esos papeles, Alconada Mon expresó: “Nosotros manejamos el concepto de embargo periodístico, cuando se estipula una fecha para publicar información. Hay que tener en cuenta que había periodistas en zona de riego, y debía salir de allí para estar seguros”. Y añadió: “Al presidente Mauricio Macri lo encontramos el 8 de diciembre de 2015, dos días antes de su asunción, debido a que la información iba llegando por oleada. No teníamos todo el material desde el día uno”. Y añadió que “en la oleada de abril de 2016 –ya publicada la investigación de Panamá Papers- estaban Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín y Carlos Adrián Campo López, un engranaje fundamental en la Ruta del dinero K”.
“Es posible que se aproximen nuevas publicaciones por qué a medida que vamos analizando la información la publicamos. Sólo en la minoría del material aparecen personas con nombre y apellido, la mayoría está a nombre de sociedades “off shore” de las cuales figura una apoderada que vive en Panamá por ejemplo, entonces no hay nada. También puede pasar que en un divorcio, un cónyuge le diga al otro que quiere la mitad de aquella sociedad que tiene en las Islas Caimán y ahí aparecen datos para que nosotros podamos tirar de la cuerda y ¡Ajá!”, finalizó.

Por L. Puebla, A. Scarola, F. Medina y N. Vacca

El mail de aviso llegó a las 18.03 del viernes 8 de mayo de 2015. Desde Bruselas, la número dos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés), Marina Walker, le anunció a Alconada Mon: “Tengo algo con ángulo argentino fuerte. Mucho más que en cualquier otra historia reciente. En unas dos semanas te podré contar”. Una fuente anónima llamada “John Doe” había filtrado 11.5 millones de documentos a dos periodistas del diario alemán Süddeutsche Zeitung.

Luego de ese mensaje, investigó durante once meses y el 3 de abril de 2016, 376 periodistas de 109 medios de comunicación de todo el mundo difundieron información sobre los Panamá Papers.”Fue un capítulo muy importante que sirvió para aprender positivamente cómo investigar grandes volúmenes de información –ya que se filtraron 2.6 terabytes de datos– y por la negativa para aprender a manejar la manipulación política de la información que había”, señaló el periodista.

Anticipándose a una noticia que saldría una semana después de realizada esta entrevista, el periodista de La Nación se animó a pensar un tuit que resuma la tarea de la Justicia en el caso. En 140 caracteres, @halconada pondría: “Más de lo mismo: la Justicia Argentina no quiere y no puede investigar los Panamá Papers“.

El tuit de Alconada se refería a la decisión de la Sala 2 de la Cámara Federal porteña de cerrar la causa penal contra el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, por presunto lavado de dinero a través de dos sociedades offshore. “El trabajo del fiscal Federico Delgado me parece bueno y la decisión del juez Sebastián Casanello era una de las posibles en el contexto de que este material podría ser una cuestión de evasión tributaria y no de lavado de activos, por ende es la competencia de la Justicia en lo Penal Económico”, señaló el periodista.

Consultado sobre el tratamiento mediático que se realizó en Argentina, Alconada Mon comentó: “A nosotros, por hacer lo que creemos correcto, nos terminaron puteando los amarillos y los kirchneristas. Ahora en la justicia se ve que ninguno de los dos bandos estaban diciendo la verdad, los que dijeron la verdad fuimos nosotros porque verificamos lo que publicamos”. 

 

El periodista de La Nación también se refirió a  las falsas versiones que circularon en torno al tema: Vimos a imbéciles y mentirosos patológicos diciendo por ejemplo que estaba el cineasta Juan José Campanella en los Panamá Papers. Lo enchastraron, nada más que por razones políticas, y tuve que salir a aclarar que ese hombre no estaba metido. Hay tipos que no tienen límites éticos ni morales, mienten”.

Reflexionando sobre los dichos de algunos periodistas en torno al trabajo de La Nación en los Panamá Papers, señaló:Terminas cosechando críticas. Son las reglas de juego y me la banco, pero es desgastante. Nosotros publicamos que (Mauricio) Macri aparecía como directivo de una sociedad primero y luego de otra sociedad. Rápidamente manipularon la información para decir que era accionista, que no es lo mismo. Luego dijeron que no eran sociedades, sino cuentas bancarias y tampoco es lo mismo. Al final debemos salir a explicar lo que publicamos y te miran con carita de ‘estás ocultando algo’, por eso te hablo de frustración.

Sobre la fecha estipulada para la publicación mundial y las especulaciones en torno a por qué no se difundieron los documentos antes de las elecciones presidenciales de 2015, Alconada explicó: “Nosotros manejamos el concepto de embargo periodístico, cuando se estipula una fecha para publicar información. Hay que tener en cuenta que había periodistas en zona de riego, y debía salir de allí para estar seguros. Al presidente Mauricio Macri lo encontramos el 8 de diciembre de 2015, dos días antes de su asunción, debido a que la información iba llegando por oleada. No teníamos todo el material desde el día uno”

 

“Es posible que se aproximen nuevas publicaciones porque a medida que vamos analizando la información la publicamos. Sólo en la minoría del material aparecen personas con nombre y apellido, la mayoría está a nombre de sociedades offshore de las cuales figura una apoderada que vive en Panamá por ejemplo, entonces no hay nada -señala-. También puede pasar que en un divorcio, un cónyuge le diga al otro que quiere la mitad de aquella sociedad que tiene en las Islas Caimán y ahí aparecen datos para que nosotros podamos tirar de la cuerda y ¡Ajá!”.