Por Gabriel Sotelo


-¿Cómo te iniciaste en las redes?

-Hace un año que uso Instagram como fit-influencer (su cuenta @melimoriatisfit tiene más de cien mil seguidores). Antes utilizaba sólo Facebook, entre amigos. Combinar la pasión por el fitness y comunicar fue la razón por la que una amiga me aconsejó unirme a esta plataforma, y me enganché mucho.

-¿Qué significa ser fit-influencer?
-Las redes son un medio muy importante y lindo, el primer paso para la gente que quiere sentirse mejor antes de visitar a un nutricionista. Eso es lo que trato de aportar a través de consejos diarios. Desde Instagram muestro ejercicios que puede hacer cualquiera desde cualquier lugar y aunque no tenga mucho tiempo ni dinero.

-¿Cuál es la diferencia de ser influencer en el sector del fitness?

-En comparación con otro tipo de influencers, por ejemplo de moda, el fit-influencer contagia algo más profundo que un producto que podés encontrar en un shopping. Instagram muestra el día a día. Muchos ven el cuerpo “terminado” y piensan que no llegarán nunca, hasta que se dan cuenta de que es un estilo de vida. Los que me siguen ven que me divierto, que salgo, que los domingos como muchísimo, porque también lo muestro.

-¿Cómo se empezaron a contactar las marcas? ¿Cómo te relacionás con ellas?

-Me contactan mediante mensajes privados a mi cuenta. Al principio quería una marca que me ofreciera viandas light, y lo conseguí en la Argentina. Siempre soñé trabajar con Adidas, y es lo que me está pasando ahora. Surgió sin hacer televisión ni publicidad, sino a través de las redes sociales. Quizás de otra manera no se hubiera dado.

-¿Cuál creés que es el secreto para llegar a la cantidad de seguidores que tenés?
-Trato de buscar un perfil que le pueda llegar a interesar a todos. Si bien el fin es que todos puedan tener una vida más saludable, voy variando las publicaciones. En la Argentina, el sector fitness en redes está muy volcado para el lado femenino, pero en lo internacional hay chicas que muestran demasiado el cuerpo fit y se enfoca más en el hombre. Trato de hacer un poco de ambas y para todos.

-¿Vivís de ser una fit-influencer?

-Se podría decir que sí. Comencé por gusto personal, pero hoy vivo de las marcas que me convocan. Además, junto a nutricionistas y entrenadores que están radicados en Estados Unidos damos charlas informativas y seminarios en distintos lugares del mundo.

-¿Ves un futuro prometedor respecto a este trabajo?
-Creo que las redes sociales crecen cada vez más y que el camino es por ahí. En mi caso, en relación a las mejoras que generan las plataformas, me gustó la implementación de las transmisiones en vivo a través de Instagram.