Agustín Rozemberg


“No sé si podría hacer otro trabajo que no sea éste”, confió Fabiana Martinelli, chofer hace seis años del “Transporte del Bicentenario”, una línea de colectivos gratuita de la Municipalidad de Vicente López, que une puntos estratégicos del distrito y que integran únicamente mujeres.

En el barrio de Olivos, la colectivera vive con Candela, de 17 años, la menor de sus hijas y empleada del sector Marketing en un local de comida rápida en Vicente López. “Al Transporte del Bicentenario llegué en un momento complicado. Me había separado hacía poco y necesitaba un trabajo. Al año de no conseguir nada, un conocido me dijo que la Municipalidad buscaba chicas para armar una nueva línea de colectivos; no dudé”, contó Martinelli. Le apasiona manejar desde joven y ya había tenido experiencias laborales similares, como remisera y conductora de camionetas de traslado de personas de la feria “La Salada” en Lomas de Zamora, en la zona sur del Conurbano.

Además de Candela, tiene una hija de 23 y otra de 29. “Es difícil ser madre y manejar un transporte público porque demanda muchas horas y el estrés que genera no se baja fácil”, confió. Además, admitió haber cambiado su comportamiento en estos seis años. “Los pasajeros me contaban todos sus problemas, y eso me ocasionaba una gran carga emocional. Entré siendo una, y terminé siendo otra acá, en el colectivo. Ahora, evito conversar con ellos, aunque sigo siendo respetuosa”.

“Al año de ingresar a la línea, mi jefe me dijo que, como habían echado a dos de mis compañeras, debía cambiarme al turno tarde para reemplazarlas. Yo trabajaba a la mañana porque me coincidía con el horario escolar de Candela”, relató. Ante su reclamo por mantener el horario, la respuesta fue clara: “Es esto o se va”. La chofer contó que pudo acostumbrarse, y lamentó que su hija haya crecido “más sola”. Hace unos meses, Martinelli  aceptó la propuesta de Candela de terminar juntas la secundaria.

Si bien calificó como “bueno” el vínculo con sus colegas de las demás líneas, afirmó: “Siempre hay quienes tienen el machismo a flor de piel, que pasan y ni saludan. Con otros, somos amigos, y nos respetan, principalmente los jóvenes”. Contó que le suelen “tirar comentarios subidos de tono”, y explicó: “Hay que saber manejar al hombre cargoso. Le pongo los puntos o le digo que estoy en pareja”.

El Transporte del Bicentenario nació en 2011. Tiene seis vehículos conducidos sólo por mujeres, una decisión del entonces intendente, Enrique García. Es la única línea que atraviesa casi todos los barrios de Vicente López, y es gratuita por ser un servicio municipal a los vecinos.

“Esta línea tiene registrados pocos accidentes desde 2011. Las chicas de legales nos felicitaron varias veces por eso”, resaltó orgullosa la colectivera. Ella y sus 17 compañeras dan el ejemplo de cómo romper prejuicios al volante.

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