Agostina Birchner @agobirchner


Camboya es uno de los países más pobres del mundo y ocupa el puesto 138 de 187 según el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Con una historia de violencia marcada por el régimen comunista de los Jemeres Rojos, en 1985 el Gobierno de Vietnam terminó con el genocidio camboyano y nombró a Hun Sen, ex comandante de las fuerzas jemeres, primer ministro de Camboya. Actualmente, después de 30 años, Hun Sen continúa liderando en base a la corrupción, la violencia y el miedo.

Las exportaciones y los negocios con países vecinos han aumentado notablemente en los últimos años, según el portal El Mundo. “Sabemos que vivimos en un país con muchos recursos y que podríamos estar mejor. Tenemos petróleo, turismo y una gran industria textil, pero también un gobierno muy corrupto que no creo que se vaya nunca”, afirmó Samai, un guía turístico del templo Angkor Wat, la mayor atracción del país.

En una entrevista con el diario La Vanguardia, Patricia Garrido, la responsable de Manos Unidas en el Sudeste Asiático, señaló que “Camboya, con unos 15 millones de habitantes, es un país donde todo está en venta, las tierras, el agua, los bosques, el petróleo, el gas y la gente. El sistema productivo está basado en la explotación laboral y sexual de las mujeres y de los niños.

Una de las visitas imprescindibles para los foráneos es Chong Kneas, un pueblo flotante habitado por vietnamitas, a pocos kilómetros de la ciudad de Siam Reap. Ahí, contó Samai, “cuando se acercan las elecciones, el gobierno reparte documentos camboyanos y bolsas de comida para asegurarse el voto”.

Kem Sokha, el líder del opositor Partido del Rescate Nacional de Camboya (CNRP), fue imputado el 3 de septiembre de 2017 por cargos de traición. El Gobierno de Hun Sen publicó un video en Facebook en el que Sokha estaría conspirando para derrocar al Primer Ministro con ayuda de Estados Unidos. Samai afirmó: “Si alguien expresa públicamente que forma parte de la oposición, la Policía lo mata o lo lleva preso. Las elecciones son el año que viene y entonces todo se pone peor, Camboya es un país muy peligroso”.