Tatiana Beer
Alexis Moyano todavía pasa desapercibido caminando por las calles de Vicente López, barrio en el que vive con su novia, con dos vidrios delante de sus ojos y un perfil tan bajo como el volumen de su voz. Lleva una mochila con un cuaderno a todas partes; allí dibuja en cualquier lugar, incluso en el colectivo, donde sentado al lado suyo podrían estar mirando uno de sus videos de humor animado para Muy Liebre, el sitio de humor que arrasó en las redes.
Se hizo conocido hace dos años, cuando compartió en Twitter un gif, creado por él, de Ricardo Fort bailando cumbia, que tuvo más de cinco mil retuits. Desde el comienzo tuvo un humor marcado: mostrar un personaje fuera de contexto.
Sin embargo, Alexis dibujó toda su vida, rodeado de comics e historietas, e inspirado -no presionado- por un padre ilustrador. Nunca pensó un “plan b” por si dibujar no funcionaba.
Aburrido de la estructura, abandonó la Universidad de Buenos Aires y se dedicó a trabajar: primero en un cyber, después en una agencia de publicidad y, finalmente, diseñando páginas web. Paralelamente dibujaba, pero sin exponer sus creaciones, que se desbordaban en un porfolio improvisado. “Es más divertido tener tu propio estilo y proponer tus ideas, que te digan lo que tenés que hacer”, comentó.
La Nación decidió en 2016 comenzar con los videos y tuits de Muy Liebre, un sitio de humor creado para millennials. Vieron un potencial en los gifs de Alexis y lo contrataron para hacer uno por día. “Me volvía loco, a veces no se me ocurría nada y lo sentía como un trámite”, recordó.
Una publicación compartida por Alexis Moyano (@_alexismoyano) el Jun 20, 2017 at 5:56 PDT
Actualmente, además de Muy Liebre, realiza trabajos free-lance en diarios y en editoriales como Penguin Random House, donde hace “book-trailers”, es decir, adelantos de libros en forma ilustrada. También da charlas sobre ilustración: “Lejos de ser un maestro, humildemente transmito que mientras más proyectos tengas en la cabeza, mas tenés para hacer”.
La voz en sus animaciones
Un día Alexis mandó un audio al grupo de Whatsapp con sus amigos, imitando una conversación entre tres personas. Ni se le cruzó por la cabeza que podía animarlo, pero terminó haciéndolo y proponiéndolo a Muy Liebre. Fue un acierto, ya que los videos (de un minuto de duración, el máximo tiempo de los videos de Instagram) funcionaron con muchas más repercusiones. Nunca preparó la voz; simplemente es su voz de hacerse “el tonto”.
Lejos de lo que se piensa al ver una de sus animaciones, el dibujante no es “el gracioso del curso ni el alma de la fiesta”. Él se siente más identificado con “él que está sólo en una esquina con un vaso en la mano, observando”. Alexis cree que los amigos se cuentan con los dedos de las manos. “Me cuesta generar confianza con alguien, soy una persona cerrada”, reveló.
Muchas de sus ideas surgen de la vida real o de relatos de sus amigos. Cuando se puso nervioso en un control de alcoholemia, se le ocurrió el video “A los Power Rangers también les pasa”, donde se ve a los personajes en un auto siendo parados por la policía. “Asocio al arte con la obsesión y la angustia, el humor tiene mucho de eso”.
Aunque Alexis no suele proyectar demasiado, tiene planes para su futuro: “Quiero sacar un libro, o algo impreso, que compile mis bocetos y dibujos, donde muestre mis distintos estilos. Además, estoy trabajando para tener mi línea de remeras y tazas, y pensando en hacer una serie o una película, para probar un formato más largo”.