Por Lourdes Maidana @lolomaidana

Earn y Vanesa son una pareja de afroamericanos que llegan a un festejo por el “Día de la Libertad” en la mansión de Monique y su esposo blanco Craig, un optometrista obsesionado con la cultura afroamericana. Mientras que Monique y Vanesa pasean por toda la casa saludando a los invitados y siendo extremadamente amables con los mozos y cocineros porque son negros, Earn mantiene una conversación con Craig, quien lo considera un hermano, muestra un profundo fanatismo por la cultura negra y actúa como si comprendiera su lucha, aun siendo blanco.

Un festejo en el que los negros se discriminan entre ellos y los blancos quieren ser negros. Así es como el capítulo nueve de la primera temporada de “Atlanta” refleja gran parte de lo que es ser negro en Estados Unidos. Donald Glover es autor, productor y protagonista de esta serie que dirige junto a Dianne McGunigle y Paul Simms.

También comediante de stand up, guionista de la serie “30 Rock”, actor en la serie “Community”, un DJ llamado MC DJ, un músico conocido como Childish Gambino y, desde que apareció como Lando Calrissian en “Han Solo: A Star Wars Story”, una estrella de cine, Glover ahora será la voz de Simba en una versión en vivo de “El Rey León”.

“Atlanta” rompió más reglas de las imaginadas por los espectadores 

Glover nació el 25 de septiembre de 1983 en una familia de testigos de Jehová. De chico su mamá no lo dejaba ver “Los Simpsons”, por lo que siempre soñó con escribir para ellos, desde que era niño. Es multitalentoso e histriónico al momento de hablar, algo muy característico de todo buen comediante.

Glover encarna a Childish Gambino desde 2011. Eligió ese apodo usando un popular meme que generaba nombres de raperos irónicos, inspirados en el grupo de culto Wu-Tang Clan. Cuando está con amigos se ríe tan seguido como cuando hace reír a los demás. A sus conocidos les encanta hablar sobre lo simpático, amargado o dopado que es, pero nada de eso resulta exacto, por ahora.

Su último videoclip, “This is America”, se volvió material de análisis sobre los Estados Unidos, un país donde para muchos las armas son más importantes que las personas y en el que se presta más atención a lo que pasa en las redes sociales que a la vida real. Glover no habla de cualquier América, sino de la América negra en la que todavía quedan rasgos de discriminación racial.

Denominado como el “nuevo negro”, no es el tradicional rapero que nació y creció en la pobreza y ahora vive con fama y lujos. Glover comenzó su carrera musical con un lugar ya establecido en el mundo del espectáculo. Sus rimas hablan sobre intereses que escapan los lugares comunes y se adentran en cuestiones con las que la mayoría de los raperos no suelen meterse.

Fue criticado reiteradas veces en sus comienzos y hasta lo llamaron “galleta Oreo”, un insulto para los negros que no actúan como tales. Glover no habla con el acento ni el slang característicos de la zona donde creció, Atlanta, sino un inglés académicamente correcto. Algunos ven esto como una traición racial, atento a que en los años sesenta algunos pensaban que, para ganarse el respeto de los blancos, tenían que hablar, vestirse y actuar como ellos.

Todavía quedan rasgos de ese pensamiento históricamente instaurado, pero con las nuevas generaciones la clase dominante empezó a ser cuestionada, y artistas e intelectuales que defienden el orgullo racial dejaron de lado los estereotipos impuestos por los blancos.

“Atlanta” rompió reglas que la mayoría de los espectadores esperaban que rompiera y más. En las comedias estadounidenses, los chistes suelen ser resaltados por los primeros planos, pero la cámara de “Atlanta” se mantiene al margen, sirviendo no como un signo de exclamación sino como un espectador neutral. Glover hizo una serie sobre la experiencia afroamericana en los Estados Unidos.

“‘Atlanta’ es muy parecida a ‘Black Mirror’: ambas series sugieren que la vida está fuera de control. En ‘Atlanta’ no es la tecnología el elemento principal, sino que el intensificador de nuestra predilección por el autoengaño y la miseria son el racismo y la pobreza”, dijo Glover para “The Newyorker”.

Con sólo dos temporadas y una tercera en camino, la serie producida, guionada y actuada por Glover se convirtió para muchos en el comentario más lúcido sobre la desigualdad racial en Estados Unidos, y en uno de los productos audiovisuales más desafiantes de la actualidad.

De repente, estar en una fiesta y que se produzca un tiroteo, chocarse con un asesinado o ser detenido por la Policía es parte de la vida cotidiana. No se constituye como algo que irrumpe y de golpe cambia el orden de la narración, sino que deja en claro la verdadera realidad que viven los negros de una forma graciosa y hasta sarcástica a través de todo el desarrollo de la serie.

Este gran muchacho es una caja de Pandora que no deja de sorprender. Mientras que nadie entiende cómo hace para tener tiempo libre, el tocayo del pato más famoso de Disney continuará craneando proyectos, poniendo a su carrera una vara más alta cada vez.