Por Mercedes Barranus
Las Fuerzas Armadas argentinas se preparan en la Patagonia con un intenso entrenamiento para su viaje al continente antártico, donde se instalarán en las bases. Para la Argentina, la presencia en el continente helado representa una proyección natural de su territorio en un enclave estratégico a nivel mundial. “Sostener la presencia argentina ininterrumpida en la Antártida es una política de Estado”, destacó el ministro de Defensa, Jorge Taiana.
La preparación para asumir el desafío de desplegarse en aquellas coordenadas no es sencillo. A mediados de agosto, las tropas se apostaron en el noroeste de la provincia de Neuquén, donde realizaron técnicas de supervivencia, operaciones de búsqueda y rescate, y navegación y supervivencia en el agua, en el lago Caviahue. Cada entrenamiento tiene una duración de cuatro días.
Héctor Norberto Braun es licenciado en Recursos Navales, realizó cinco campañas en el sector antártico y llevó a cabo estos entrenamientos: “Operar en aquel ambiente no es una tarea sencilla. Se debe desarrollar aspectos particulares de diseño de fuerzas para llevar a cabo las tareas en ese sector Antártico. El instrumento militar posee la experiencia, los medios y personal calificado para cumplir el plan anual.”
La Argentina tiene presencia en la Antártida desde 1904, cuando adquirió una estación meteorológica escocesa conocida como Base Antártica Orcadas, la primera y única estación científica que funciona desde hace más de un siglo. Además de campañas científicas, se despliega personal militar civil en las trece bases que la Argentina posee hoy en la Antártida. Seis de ellas son permanentes y operan todo el año mientras que las restantes son temporarias y solo funcionan en verano.
De los 49 países que conforman el tratado de sistema antártico, acuerdo que surgió para la conservación y protección de la Antártida, Argentina es el que tiene mayor cantidad de bases permanentes y temporales de verano dedicadas a investigaciones activas. Una de las principales es Marambio, puerta de entrada de la logística argentina. También de ella sale el mayor número de campamentos científicos durante la Campaña Antártica de Verano.
A nivel estratégico, tener una extensión del continente más austral es sumamente importante porque se realizan estudios de glaciología, geología, flora y fauna. Para la humanidad sirve para entender la evolución del planeta. Eduardo Martínez es analista internacional y confirma que “la Argentina tiene una ventaja sobre el resto de los países, y es que tiene la península antártica más cerca del paso bioceánico. Lo más importante que nos regala la Antártida, a nivel global, es la oportunidad de hacer los estudios necesarios del impacto del clima como, en el calentamiento global, y de entender también, geológicamente, la evolución de la Tierra”.
Sobre su importancia geopolítica y geoeconómica, la Antártida es un continente rico en minerales que permite hacer investigaciones científicas. También posee una gran fuente de recursos naturales preparados para ser explotados, especialmente por la actividad pesquera, que está limitada por un sistema de control que regula la explotación para no provocar un desequilibrio en el ecosistema.
Edición: Shannon Prickett