Por Leticia Arieta y Eugenia Arribas
Los chistes sobre “defectos” físicos, identidad, género, orientación sexual y que cosifican a las mujeres fueron, durante gran parte del siglo XX, una costumbre en la sociedad argentina. En 2022, esos chistes, si bien continúan afincados en el ideario de un sector importante de la sociedad, ya no causan gracia. La consultora D’Alessio Irol realizó un informe que ubicó a esos tres tópicos en los primeros puestos del ranking de temas que dejaron de ser divertidos para los argentinos.
Malena Pichot es actriz, comediante, escritora, guionista, directora y militante feminista. Alcanzó la fama en 2008 gracias a sus videos de YouTube de “La loca de mierda”, inspirados en el duelo que atravesaba luego de una separación. Tiempo después, incursionó en el stand up, realizó series como “Por ahora”, los sketches para Youtube “Cualca” y la radio. Fue así que su carrera se orientó a trabajar con el humor en diferentes formatos, forjando un estilo de comedia crítico, ácido y sin tabúes mediante números de stand up y guiones que hablan sobre feminismo, mujeres, sexo y otras cuestiones de la vida cotidiana.
-Creciste viendo ciertos patrones en la comedia que hoy son distintos. ¿No repetís esos patrones?
-Nadie está exento de reproducir patrones o estereotipos propios de la cultura donde nació y creció. Por otro lado, es propio de la comedia, y del humor en general, trabajar con clichés y estereotipos.
-¿Hay algo de esa comedia que se mantiene en tu trabajo?
-Supongo que una es el resultado de todos sus consumos culturales, por lo tanto, debe haber resabios en lo que hago de todas las cosas que me gustaron alguna vez.
REINVENCIÓN DEL HUMOR ARGENTINO
El humor de la TV argentina de unas décadas atrás no es el mismo que se consume ahora. Por fuera de una grilla de programas que aún mantiene estándares antiguos, en los últimos años se buscó hacer reír utilizando recursos que poco tienen que ver con aquel paradigma.
–¿Dónde ves el punto de inflexión entre el humor que se consumía antes, como el de Olmedo y Porcel, y el que se ve ahora?
-Creo que fue algo más gradual antes que un punto de inflexión. También creo que las cosas no han cambiado tanto y que las comedias que se producen para un público masivo no distan en calidad de las de Olmedo y Porcel.
-¿El humor tiene algún límite?
–El humor no es un ente con voluntad. Las personas sí lo son, y el límite depende de la idea de moral y ética de cada persona en particular.
El humor argentino actual es el resultado de un largo proceso de evolución en el cual participaron diversas figuras. En los últimos años aparecieron nuevos personajes en la escena local. Martín Piroyansky, Martín Garabal y la misma Malena son algunos de los referentes del “nuevo humor argentino”, que supieron adaptarse a los tiempos que corren y generar las bases para el desarrollo de muchos de los productos actuales. Este tipo de humor, además, se da en el contexto de una sociedad marcada por crisis económicas, dictaduras y otros rasgos que, de alguna manera, forman parte de nuestra cultura y, por ende, de nuestro típico humor tragicómico.
-¿El humor argentino se retroalimenta de nuestras “desgracias”?
-Todo el humor del mundo es desgracia más tiempo.
DE LOCA DE MIERDA A DIRECTORA
Pichot se convirtió en un ícono del humor para la nueva generación, ya sea desde su cuenta de Twitter o en Furia Bebé, el programa que conduce de 16 a 18 en la radio Futurock. Entre las columnas que hace se destaca “Peor escenario posible”, en la que indica qué hacer en situaciones extremas con un tono humorístico. Ya enseñó a los oyentes cómo realizar una traqueotomía, salvarse de un auto a punto de hundirse y evitar que los parta un rayo.
Porque para Pichot siempre hay algo para decir y hacer reír dándole una vuelta de tuerca a una situación conocida y utilizando un formato nuevo cada vez. Fue así que en octubre estrenó “Chalet”, una serie disponible en el canal de YouTube de Futurock que narra historias particulares que ocurren en un mismo lugar, un formato distinto de la amada y recordada “Por ahora”.
-En el último tiempo estrenaste Chalet y Finde. ¿Cómo se diferencian estos trabajos de los anteriores? ¿Cambió tu humor en estos últimos años?
-Todos mis trabajos están íntimamente relacionados con el presupuesto, nunca hago lo que quiero sino lo que puedo. No es algo malo, a veces funciona como un método para ordenar las ideas y elegir un camino claro. Los cambios en el humor están relacionados a mi momento en la vida y a mi edad. Lo que escribía y pensaba hace diez años cambia a la par de que va cambiando una.
La sociedad se transforma, al igual que el humor y los tonos que manejan los medios de comunicación. Malena Pichot logró adaptarse a esos cambios moldeando formatos a gusto, pero entendiendo a su público, que la sigue desde “La loca de mierda” y hoy continúa creciendo con ella.