Por Damián Gómez y Agustina Gesto Rothar
Crecer es matar tu madre es un cortometraje presentado en el Bafici dentro de la categoría Late Night. La trama breve gira en torno de Sol, una adolescente de 16 años atrapada junto a su madre, Rita, en un lugar remoto, hasta que son rescatadas por Isabel, una mujer solitaria. Durante su estancia, Sol comienza a desconfiar cada vez más de Isabel y la conexión extraña que parece establecer con su madre. Ambas mujeres están lidiando con problemas psicológicos: Rita no ha superado la pérdida de su madre, mientras que Isabel está afectada por la muerte de su hija.
Nika Ardito, directora del corto y licenciada en Diseño de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires, muestra que todos alguna vez nos sentimos así: expulsados de la naturaleza, extraviados en el paisaje, completamente ajenos a nuestro linaje. Este corto sobresalta al espectador a la vez que le susurra: hay que aprender a perderse para luego volver a encontrarse. Buena intro.
―¿Cómo nace Crecer es matar a tu madre? ¿Te inspiraste en algo en particular?
―Nace de un proyecto de cortometraje como tesis, era el último año de mi carrera de Imagen y Sonido en la UBA (2023), y con mi grupo decidimos hacer un cortometraje de ficción. Nos pusimos a pensar ideas, teníamos un año para hacer el proyecto. Sin embargo, comenzó a tomar forma recién en agosto.
―¿Cómo fue el proceso de producción? ¿Te encontraste con dificultades en el camino? ¿Cuáles y cómo pudiste sortearlas?
―Nosotras ya teníamos ciertos equipos de producción que habíamos conseguido por la productora, Barakuka, para una idea anterior que al final no funcionó, como la locación, que fue en un pueblo de Entre Ríos, y la actriz principal, Candela Kroneberger, quien interpreta a Sol, la hija. En el caso de Eleonora Dafcik (Isabel), la conocíamos de haber trabajado con ella en un trabajo anterior. En resumen, el guion se fue construyendo en función de lo que ya teníamos debido al poco tiempo que nos quedaba. Nos pusimos a escribir dejando afuera la creatividad y sin tener en claro a dónde íbamos a llegar, solo teníamos claro que el género sería de suspenso y terror psicológico. Una dificultad fue el grabar lejos de nuestras casas. A pesar de que es a tan solo tres horas de Capital fue un viaje el ir, volver y estar allí, lo cual implicó costos: traslado, comida y hospedaje tanto para las actrices como para el equipo. Otro tema fue el calor: terminamos grabando en diciembre y el clima nos estorbó mucho ya que había horarios en los que directamente no podíamos trabajar porque la cámara se precalentaba y no prendía. También coincidía que en ciertos horarios la luz no nos convenía, entonces grabamos muy temprano o al atardecer, noche. La rutina fue agotadora, el rodaje duró en total siete días y el costo aproximado fue de dos mil dólares.
―¿Cómo encontraron la casa?
―La conseguimos por la productora, que ya tenía contactos en el lugar porque su familia vivía en el pueblo. El dueño nos dijo que la casa estaba abandonada. Le consultamos si la podíamos usar para el corto y aceptó. Eso sí, tuvimos que arreglarla y pintarla ya que estaba deteriorada. No pensamos que la íbamos a conseguir, pero estas cosas solo pasan en pueblos chicos. Además fue gratis, y eso nos ayudó mucho.
―¿Tenés alguna escena favorita o que te guste más? ¿Cuál?
―La escena de la pelea final quedó muy bien, sobre todo la última parte, donde la señora intenta ahogar a Sol. Es todo un plano secuencia donde terminamos haciendo una buena toma y única porque no podíamos grabar más ya que las actrices ya estaban mojadas y estallaron emocionalmente (especialmente Eleonora). Siento que esa emoción que le pusieron se puede notar en la escena y me parece que eso hace que el final termine muy arriba.
―¿Qué proyectos tenés a futuro? ¿El corto será presentado en algún otro festival?
―En este momento estoy desarrollando un cortometraje con otra compañera, la misma con quien escribí mi tesis. Además, trabajo como ayudante de dirección, que está bueno para ir viendo la experiencia de otros directores e ir formándome. La idea sería dirigir una película a futuro.