Por Sebastián Sasson y Francisco Declich
Uno de los encuentros más memorables entre Argentina y Perú tuvo lugar en el Mundial de 1978. La selección albiceleste necesitaba anotar al menos cuatro goles para avanzar primera a la siguiente fase, pero terminó ganando 6 a 0, lo que generó sospechas en la gente y mitos que perduran hasta hoy.
Norberto Alonso, ídolo de River que se encontraba en el banco de suplentes al momento del encuentro, recuerda: “Toda la gente habla porque no sabe. Ese partido, en los primeros veinte minutos, Perú pudo haber hecho dos goles porque pegó una pelota en el palo y otra la sacó Fillol”. El exfutbolista agrega que fue un resultado atípico, debido a que en ese momento el conjunto peruano contaba con jugadores de élite como Teófilo Cubillas.
Para algunos fue un escándalo y para otros, una hazaña deportiva. Sin embargo, Alonso descarta esto último y señala que “no se trató de un partido especialmente histórico, porque todos los partidos de un mundial lo son”, y suma: “Era un partido que si teníamos que hacer cuatro goles los íbamos a hacer, porque una competición así lo demanda”.
Se trató de un encuentro de los más discutidos de la historia de los mundiales. Sobre él se esparcieron varios rumores: que había un buque con cargamento de soja y alimentos rumbo a Lima, o incluso que el dictador Jorge Videla, entonces presidente de facto, bajó al vestuario a pedirles a los jugadores peruanos que se dejaran ganar. “Eso es una farsa. Que el mundial se haya jugado con los militares no tiene nada que ver. Esto es fútbol”, dice Alonso.
En aquel campeonato, Brasil le había ganado 3 a 1 a Polonia, esto le exigía a la Selección Argentina, dirigida por César Luis Menotti, ganar por cuatro goles o más. Por su parte, Perú había jugado una sorpresiva primera fase, pero llegó eliminado al partido contra Argentina.
Al comienzo del partido, los peruanos tuvieron situaciones claras, pero a los 21 minutos de haber arrancado el encuentro la albiceleste abrió el marcador de la mano de Mario Alberto Kempes. Desde entonces, el panorama cambió. “Cuando se nos abrió el arco, las cosas ya se nos facilitaron mucho“, recuerda Alonso. Sobre el final del primer tiempo, Alberto Tarantini convirtió el 2-0. Ya en el segundo tiempo, Argentina arrasó con su rival: a los cinco minutos, Kempes y Leopoldo Luque habían hecho los dos goles que faltaban para clasificar a la final. Luego llegaron los últimos dos tantos, de René Houseman y nuevamente Luque.
A pesar de todas las sospechas de corrupción, el partido entre Argentina y Perú en el Mundial de 1978 perdura como un episodio fascinante, aunque controvertido, en la memoria deportiva.
Esta noche, la Selección Argentina, dirigida por Lionel Scaloni, se enfrentará a Perú por la última fecha del grupo A. El equipo jugará con suplentes debido a que ya está clasificado a los cuartos de final: “Yo, si fuera el técnico, al único que no cambiaría es al arquero porque no tiene desgaste”, propone Alonso, que sostiene además que “Argentina puede ganar incluso con suplentes“.
Edición: Catalina Arano