Por Francisco Declich

La campaña de vacunación contra el dengue en Salta, una de las primeras provincias en incorporar la inmunización junto a Misiones y Corrientes, tuvo una recepción negativa incluso cuando es una de las zonas que históricamente más padece la enfermedad. Según el Ministerio de Salud de la Nación, la vacunación a nivel nacional comenzará en agosto y de manera focalizada en algunas zonas endémicas, aunque la experiencia de Salta podría indicar un posible fracaso en la convocatoria.

Adriana Jure, jefa del Programa de inmunizaciones del Ministerio de Salud pública salteño, explica que por una serie de encuestas esperaban una alta demanda, pero no fue así. “La vacunación comenzó con la población de entre 25 y 39 años en las comunidades del norte, donde suele haber más casos, y ahora nos desplazamos a otras regiones. Además, estamos vacunando al personal de seguridad, salud y docencia”, detalla la especialista. En la primera parte de 2024, durante la epidemia más importante de los últimos quince años, hubo dengue autóctono en zonas que nunca antes habían tenido, como Cafayate.

La médica enumera distintos factores para intentar entender el por qué del desinterés de la población: “Hay algunos departamentos, como General San Martín, donde ya están acostumbrados al dengue y no les interesa prevenirlo. Además, después de la pandemia nos está costando vacunar a algunas personas. Tal vez por falta de información o la desinformación de las redes sociales, se genera un rechazo. Otras tienen miedo porque creen que tiene efectos secundarios o es experimental, cuando hace más de un año está aprobada por la ANMAT y es buena”.

La representante de la Organización Panamericana de la Salud en Argentina, Eva Llopis, Mario Russo y la presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones, Angela Gentile, anunciaron la incorporación de la vacuna.

Misiones también amplió el alcance de su política de vacunación al modificar el rango etario (de 20-40 años pasó a 20-59 años) y abarcar toda la provincia (originalmente eran cuatro municipios). Corrientes, por su parte, focaliza su campaña en individuos sin cobertura médica, pero tan sólo en el rango de 20 a 40 años, a pesar de que en marzo de este año el gobernador Gustavo Valdés comunicó en redes sociales que se habían comprado 200 mil dosis, un número superior al de Salta, que había adquirido 20 mil.

El gobierno nacional tuvo varios desentendimientos con la vacuna, especialmente cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuestionó su eficacia. Sin embargo, a principios de mayo el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Russo, decidió incorporarla a un plan de trabajo para el abordaje del dengue de cara al 2025. Sería aplicada de forma focalizada en zonas endémicas de alta circulación viral (aunque no se ha comunicado en cuáles) e inicialmente estaría dirigida a personas de entre 15 y 39 años.

La vacuna es la TAK-003 (o Qdenga) del laboratorio japonés Takeda y cuesta 19 dólares por dosis, una de las más caras del mercado. La inmunización se logra con dos dosis aplicadas con tres meses de diferencia y su efectividad es relativamente alta, según el serotipo de dengue. Igualmente, tanto en estas provincias como a nivel nacional la vacuna es considerada como una herramienta más de un conjunto de medidas recomendadas: descacharreo, limpieza de canaletas, colocación de mosquiteros y uso de repelente. 

Edición: Joaquín Benítez Demark y Victoria Belén Rodríguez