Por Nicole De Santo

La escasez de pediatras en la Argentina generó un impacto significativo en la atención médica para infancias, que afecta tanto a los profesionales de la salud como a las familias. Según el médico general Sergio Luna, las principales razones detrás de esta falta son las condiciones laborales difíciles, bajos salarios y un éxodo de médicos hacia otros países. 

La falta de especialistas se debe en gran parte a la mala distribución de los profesionales, que se concentran en las ciudades más pobladas, lo que deja desprovistas las zonas rurales. “Las condiciones laborales, que incluyen largas jornadas y salarios insuficientes, contribuyen a que muchos médicos elijan otras especialidades o abandonen el país en busca de mejores oportunidades”, aclara Luna. Esta emigración no solo agrava la crisis, sino que también genera una pérdida de experiencia en el sistema de salud argentino.

La falta de pediatras llevó a un aumento en las consultas de esta especialidad en los servicios de atención general. Los médicos generalistas se ven obligados a cubrir esta necesidad, lo que no siempre garantiza la precisión de un especialista para un niño. “Esta situación es preocupante y afecta directamente la calidad de cuidado, ya que los médicos generales no siempre tienen la formación específica para tratar problemas pediátricos complejos“, explica el médico.

Los pediatras enfrentan una carga horaria excesiva y una infraestructura empobrecida en términos de recursos diagnósticos y tecnológicos. Esta situación no solo afecta su calidad de vida, sino que también repercute en la atención que pueden ofrecer a sus pacientes. Luna destaca la necesidad de mejorar estas condiciones para atraer y retener a los profesionales, sugiriendo que se deben implementar salarios más competitivos y mejores condiciones laborales para que los pediatras se sientan valorados y motivados a ejercer en el país.

A pesar de la crisis, existen propuestas para mejorar la situación, como incentivos para la formación de más pediatras y la creación de programas que favorezcan la descentralización de servicios de salud. Sin embargo, muchos profesionales creen que las políticas públicas actuales son insuficientes y carecen de una visión a largo plazo. Algunos médicos coinciden en medidas concretas para abordar la problemática como la creación de becas para médicos jóvenes que deseen especializarse en pediatría y la implementación de programas de retención para profesionales en áreas rurales.

La crisis de pediatras afecta directamente a las familias, que enfrentan dificultades para acceder a atención médica adecuada para sus hijos. Esto puede tener repercusiones en la salud infantil a largo plazo, ya que la falta de atención especializada puede conducir a diagnósticos tardíos y un manejo inadecuado de enfermedades. La situación exige una respuesta urgente y coordinada por parte de las autoridades y la sociedad para garantizar que todos los niños en la Argentina tengan acceso a la atención que necesitan.

Edición: Ornella Mainetti y Mora Zaballa