Por Valentín Clinaz
El exfutbolista Fabricio Fuentes debutó en Newell’s Old Boys y luego tuvo dos pasos por Vélez, donde obtuvo un campeonato en 2005. Su carrera continuó en el Atlas de México y el Villarreal de España, pasos previos a su regreso al equipo rosarino para retirarse en 2011. Sus comienzos en el deporte, sus principales logros, la importancia de Marcelo Bielsa y la actualidad del fútbol argentino.
–¿Por qué elegiste ser futbolista?
–En el pueblo donde nací (Las Acequias, en la provincia de Córdoba) nuestro primer juego era el fútbol con los amigos, así que todo empezó con la infancia, la amistad y el colegio. Nos iniciamos prácticamente todos los chicos de esa manera y obviamente no fui la excepción.
–Saliste campeón con Vélez en el Clausura 2005 siendo capitán. ¿Qué significó eso para vos?
–Por el sentimiento que yo tenía hacia la institución, lo que me representaba jugar en Vélez, fue la máxima alegría de mi carrera. Fue de los momentos más lindos porque pude lograr el título en mi segundo período en el club, después de haber jugado en Francia y vuelto con toda la ilusión de encarar ese campeonato con mis compañeros. Además, hacía mucho tiempo que Vélez no ganaba. Sabíamos que iba a ser muy difícil con un grupo de jóvenes y grandes, pero por suerte tuvimos un gran semestre.
–¿Qué era lo que más te gustaba de ese Vélez?
–Como institución me gusta en todos los puntos; específicamente hablando de ese grupo, había una sencillez y una mezcla de madurez y de nuevas promesas que estaban asomando y aportaron como si fueran jugadores con toda una vida en Primera.
–Tuviste una situación peculiar con el clásico rosarino, ¿cómo fue ese día?
–Hice inferiores en Newell’s y debuté en Primera, así que me siento muy identificado con esos colores. La ciudad se divide en dos: una mitad es hincha de Newell’s y la otra, de Central, así que se siente mucho jugar un clásico, el fervor y lo que se vive antes y después del partido. Fue una experiencia que no volví a vivir en otros equipos. Me tocó una situación especial porque hice un gol significativo y horas después nació mi primera hija. Fue un día que realmente quedó grabado en mi corazón para el resto de mi vida.
–¿Cómo fue compartir vestuario con Messi?
–Tuve la oportunidad de ser dos veces compañero de él en la Selección. Es un fuera de serie en todos los aspectos, y ni hablar jugando. En ese momento era jovencito: volaba, estaba en el aire, y no lo podía frenar. Una persona callada y tímida dentro del vestuario, pero con una ascendencia grupal gigante por lo que irradiaba dentro y fuera de la cancha.
–¿Cómo es jugar una Champions League?
–Fue de lo más emocionante que me tocó vivir en Europa. Cuando se forman los dos equipos y ponen la música que vos escuchás en la tele, es una emoción, un orgullo. A mí se me erizó la piel porque fue algo que había soñado y pude cumplir.
–¿Qué opinión tenés sobre el posible ingreso de las sociedades anónimas al fútbol argentino, algo que viviste en España?
–Me tocó jugar en sociedades anónimas en España, Francia y México. Tienen una cierta organización y una seriedad en muchas cosas que en el fútbol argentino, por ser asociaciones sin fines de lucro, por ahí fallan bastante seguido. A nivel técnico sería muy bueno que empresas se pongan a cargo del fútbol argentino. Lo único es que tenés una contra muy grande, que es que el hincha no está acostumbrado a que grupos empresariales manejen los colores, las instituciones y los intereses. Entonces, creo que sería contraproducente.
–Siempre mostraste interés en ser convocado a la Selección Argentina que tenía a Marcelo Bielsa como entrenador. ¿Tuviste la oportunidad de conocerlo? ¿Qué opinás de las críticas de varios jugadores de Uruguay?
–Tuve una mínima posibilidad en ese período. Sé que estuve en la cabeza de Marcelo, pero nunca terminó de confirmarse mi posibilidad. Para un chico formado y que quiere tanto a Newell’s como yo, imaginate que Bielsa es un espejo, un referente. Entiendo un poco lo que sucedió en Uruguay. Cuando Bielsa llega, entre los más grandes hay ciertas costumbres y modos de manejar el grupo diferentes, situaciones que sé que por convicción Marcelo no las permite y no las comparte. Intentó modificar esas costumbres y obviamente tuvo una disputa.
–¿Seguís el campeonato argentino? ¿A quién ves mejor?
–Vélez es el claro dominador de este torneo, más allá de los altibajos que había estado teniendo. El análisis que hago es que los perseguidores también vienen con un poquito de irregularidad. Creo que Vélez es el más regular. Ojalá, por un deseo e ilusión de mi parte, que se quede con el torneo.
–¿Qué diferencias encontrás entre los defensores de tu época y los de la actualidad?
–En el fútbol argentino han cambiado muchas cosas de mi época a ahora, pero la predisposición, la sintonía y la forma de jugar son prácticamente las mismas. Lo que noto es que los jóvenes escuchan menos a los más grandes. En nuestro período, cuando hablaba alguien con más experiencia le prestábamos mucha atención. Respetábamos mucho en el vestuario ese tipo de códigos.
–¿Qué central del fútbol argentino actual se asemeja a vos?
–Me gustaba mucho Valentini, de Boca, y le veía muchísimos parecidos. Lamentablemente, hoy no está jugando, pero creo que es uno de los baluartes que vienen en esa posición.
–Hace un año declaraste que habías intentado dirigir en algún equipo pero te habías dado por vencido. ¿Esa situación sigue igual?
–Esa situación cambió un poco, porque estoy asociado con Aldo Duscher, el entrenador de la sub-20 de Paraguay. No me pude sumar al cuerpo técnico, pero estamos planteando un cuerpo técnico juntos para el momento que se pueda. Estoy haciendo trabajo desde afuera con él, y la verdad es que espero que en el corto plazo pueda nuevamente estar dentro de una cancha.