Por Luisina Arozarena y Malena Telias
Fundado en 2018 por Federico Callegaris y Malena Blanco, también cofundadores de la red activista Voicot, DifusionV se reconoce como un movimiento de difusión por la liberación animal, humana y de la tierra. Su intención es fomentar un pensamiento crítico que provoque un cambio positivo tanto en las calles como en la virtualidad. Los afiches son el eje fundamental para DifusionV, ya que los pegan sobre publicidades especistas de multinacionales y grupos de poder que atentan contra la naturaleza y quienes habitan en ella. Callegaris recuerda que su primera pegatina fue en Nueva York durante la Semana de la Moda de 2014, un evento que generó polémica por el uso de pieles en las pasarelas. “Estaba ahí por trabajo y, aprovechando la oportunidad, pegamos afiches en las calles con la frase ‘Fuck Fur Fashion’“.
A través de campañas publicitarias y charlas informativas presentadas desde su nuevo sitio web, DifusionV invita a toda persona interesada a difundir su mensaje por las calles. Con un enfoque no violento y asertivo, buscan llevar sus opiniones a la comunidad cárnica y al público en general. Además de la lucha por los derechos de los animales, el colectivo organiza regularmente reuniones sobre temas como el cambio climático, la gestión de residuos y la conservación de la biodiversidad, y logró impulsar un aumento en la tasa de reciclaje en varias comunidades. Han jugado un papel clave en la promoción de políticas ecológicas a nivel local, a través de la colaboración con autoridades y grupos comunitarios.
DifusionV se define como más que un movimiento urbano, ya que estableció alianzas con las ONG Animal Save Movement y Health Save, que organizan vigilias en mataderos alrededor del mundo para visibilizar la realidad de los animales y promueven un mensaje antiespecista, en oposición a toda forma de discriminación y opresión. Asimismo, trabajó con grupos ambientalistas globales como Climate Save y el Tratado Basado en Plantas con la idea de instar a individuos, empresas y ciudades a promover cambios en las políticas gubernamentales.
Callegaris dejó Voicot por su “impronta confrontativa”: “Siento que señalar, increpar, cuestionar y exponer no son la mejor manera de ayudar a alguien a expandir su conciencia, ya no elijo afiches con vacas colgando o frases de denuncia que vayan muy al frente y al choque para no pasar desapercibido”, afirma, y asegura que el movimiento vegano en la Argentina tomó formas muy contraproducentes en sus inicios. Aquellas formas, que educan “con un sopapo”, son una parte de la emocionalidad que mueve al activismo, pero no las considera como el eje central. Las acciones de DifusionV tienen bases completamente diferentes. Pero hay algo más importante que las une: la interseccionalidad con la que construyen un espacio de difusión inclusiva y pacífica.