Por Catalina Signoretta

En el segundo día del cónclave, a las 13.07 comenzó a salir de la Capilla Sixtina el tradicional humo blanco informando a los fieles que los 133 cardenales habían elegido al sucesor de Jorge Bergoglio. El nuevo sumo pontífice, Robert Prevost, necesitó juntar un mínimo de 89 votos para que el cardenal francés, Dominique Mamberti, anunciara su nombramiento exclamando desde la basílica de San Pedro la frase en latín “Habemus papam”.

Llamado a partir de ahora León XIV, Robert Prevost es el primer estadounidense y también el primer miembro de la Orden de San Agustín en recibir este título. Además, fue el primer papa en llevar su discurso escrito y leerlo su durante su asunción. “La paz esté con ustedes”, dijo el jefe de la Iglesia católica después de dedicar unas palabras de agradecimiento a Francisco. A pesar de los guiños a su predecesor, se diferenció de él al vestir el ostentoso atuendo tradicional de asunción de los pontífices.

Continuando el legado de Bergoglio, el obispo estadounidense, nacido en 1955, tiene una ideología pastoral, reformista e inclusiva, con un modelo de iglesia centrada en los márgenes. Su fuerte compromiso social lo estableció como uno de los candidatos principales de Bergoglio: en 2023 lo había nombrado “prefecto del Dicasterio”, es decir, dirigente y representante de los obispos.

Ambos fueron misioneros en Perú: en el caso de Prevost, fue obispo de Chiclayo y pastor en las comunidades Apurímac e Iquitos. Desempeñó dichos cargos entre 1988 y 1998, período en el que Perú enfrentó una represión generalizada de las fuerzas armadas a la cual se opuso abiertamente, y por esa razón recibió amenazas del gobierno de Alberto Fujimori.

El nuevo representante de la Iglesia católica vivió cuarenta años en la región, por lo que se nacionalizó peruano en 2015. En 2023 fue designado presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cargo que ocupó hasta ayer. Dada su conexión con Latinoamérica, su compromiso con los marginados y su crítica a los poderes concentrados, el nombramiento de Robert Francis Prevost significa una clara continuidad con el legado del papa argentino, aunque, según el historiador Gonzalo Fiore Viani, le dará un tono más estructural y doctrinal a su papado, por su carácter más conservador. “Es probable que siga en la búsqueda de una Iglesia comprometida con los pobres, crítica del poder económico y activa en defensa del medio ambiente“, agregó.