Por Carola Scialabba

Con la mira puesta en las elecciones legislativas de este domingo, el oficialismo sueña con un 70% de participación electoral que refleje una situación de paridad. La fuerza está puesta en llegar a los 90 diputados propios de La Libertad Avanza y fortalecer las alianzas con otros bloques. Sin embargo, las últimas elecciones dejan un piso inestable para el optimismo del gobierno: en las generales de 2023 el porcentaje fue de un 76% a nivel nacional, mientras que en las legislativas provinciales de este año el máximo superó apenas el 60%. 

La proyección para LLA estaba enfocada en comunicar un resultado a nivel nacional. Sin embargo, un fallo judicial, formalizado por la Acordada Extraordinaria Nº138/2025, frustró la idea de que la Cámara Electoral haga un recuento general, como si fuese una única elección, y determinó que los resultados deben ser informados por distrito. “No hay margen de interpretación alguno que permita llevar adelante un escrutinio global de todo el territorio nacional, como el previsto para la elección presidencial (cf. art. 94 de la Constitución Nacional). En efecto, los resultados para cada categoría de cargo se computan necesariamente por cada uno de los distritos electorales”, justificó la acordada.

Pero, ¿cuál era la intención del oficialismo con la unificación de los datos? La situación se encuentra estrechamente relacionada con el vínculo Trump-Milei. Tener un único resultado era fundamental para que el oficialismo pudiera -en caso de un triunfo- comunicar una victoria nacional de LLA y, así, garantizar los acuerdos con Estados Unidos. Esto, además, se veía potenciado por el hecho de que LLA tiene presencia en los 24 distritos con ese nombre, mientras que Fuerza Patria se presenta en 12 con esa denominación, sin contar las denominaciones locales en otros distritos. Es decir: la idea era utilizar el escrutinio para un comunicado favorable al oficialismo. 

El presidente Donald Trump garantizó un “auxilio” al país en caso de un resultado positivo para Milei, luego de declarar que la Argentina está “luchando por su vida”. Ante tal afirmación, el Banco Central de la Argentina intentó disimular el estado del país a través de un sutil comunicado donde explicó los movimientos económicos que se verán en las próximas semanas.

Es resumen: mientras el dólar sube y el país norteamericano inyecta dinero para frenar la corrida bancaria, el Banco Central realizará un swap para “fortalecer la liquidez de sus reservas internacionales”. Milei resumió la utilización en una línea: “En caso de no poder salir al mercado de capitales porque el riesgo país sigue siendo muy alto, haremos los pagos de 2026 utilizando la línea de swap. Eso significa tomar deuda para pagar deuda”.

En este contexto, y con el espíritu puesto en continuar su proyecto, el presidente cerró su campaña en Córdoba el martes y pidió a sus votantes “validar” sus convicciones en las urnas: “Tenemos que elegir si queremos que siga bajando la inflación o que vuelvan los fracasados hiperinflacionarios”, expresó.