Por Gastón Zylbering

Escrita y dirigida por Francisco Lumerman, El amor es un bien se presenta todos los sábados a las 18.30  en el Teatro Moscú, en Velasco 535, en el barrio porteño de Villa Crespo. Este año se cumple el décimo aniversario de la primera función de esta adaptación del clásico de Antón Chéjov Tío Vania, en la que actúan Manuela Amosa, Jose Escobar, Jorge Fernandez, Ignacio Gracia y Julieta Timossi.

La trama gira alrededor de Sonia, interpretada por Timossi, y su tío Iván, quienes viven en un hostel en Carmen de Patagones, donde trabajan y ensayan para sus recitales. El único huésped se llama Pablo, un médico que no sabe hasta cuándo va a quedarse. Con la llegada del padre de Sonia y su nueva mujer, la convivencia se vuelve incómoda. Son cinco personajes detenidos en ese espacio y tiempo que conviven entre canciones, debates y nostalgias.

Timossi atribuye parte del éxito de la obra a la cercanía de las problemáticas expuestas para con las realidades de cualquier individuo: “Creo que la adaptación que hizo Francisco Lumerman del texto logra mantener la esencia de Tío Vania de Chéjov, pero al mismo tiempo actualiza las problemáticas del texto clásico acercándolas a nuestra realidad. Por otro lado, el tono de actuación que se utiliza logra interpelar y conmover a la audiencia, por ende es un espectáculo que ha tenido mucho recorrido tanto en Buenos Aires como en otros lugares, dentro y fuera del país”.

La obra cuenta con un largo recorrido de premios y exposiciones: participó del XI Festival de Teatro de Rafaela, del III Festival de Novísima Dramaturgia Argentina del CCC, de la Fiesta de Teatro de CABA – Edición 2016 y fue la obra que representó a Argentina en el Mercado de Industrias Culturales (MICBR) en San Pablo, Brasil, 2018. Por esta obra, el actor José Escobar estuvo nominado como Mejor actor de reparto en los Premios Trinidad Guevara 2015 y Francisco Lumerman como Mejor Versión, en los Premios Teatro del Mundo del mismo año.

Ahora, El amor es un bien vuelve al Teatro y Escuela Moscú, donde ya se presentó antes. “Es nuestra casa, diríamos con el equipo. Es el lugar donde proyectamos nuestras producciones, donde enseñamos teatro y transmitimos lo que en definitiva motoriza nuestras vidas. Siempre ha sido un lugar de encuentro y para compartir, señaló Timossi.Más allá del valor simbólico que pueda llegar a tener, la obra se potencia en este espacio en particular por la posibilidad de la cercanía de los espectadores con la escena, a diferencia de cuando la realizamos en el teatro comercial o en giras, que en general algo de la distancia con el público provoca otro tipo de climas y sensaciones”.

Edición: Mora Zaballa