Por Matías Riso

La ludopatía, especialmente en su faceta virtual, se está convirtiendo en una amenaza que, como un ninja silencioso, afecta a cada vez más personas. Esta adicción no discrimina edades ni clases sociales, y no sólo destruye vidas individuales, sino que también desgasta los lazos familiares y las amistades del que la padece. En lo referido a la salud, los cuadros típicos que provoca son ansiedad y depresión.

Yendo a una simple definición, “la ludopatía, también conocida como juego patológico o adicción al juego, es un trastorno psicológico caracterizado por una necesidad imperiosa de apostar, a menudo desmedida y al margen del daño o las consecuencias negativas que pueda acarrear esta práctica”.

En la Argentina, al no existir una ley que regule uniformemente estos juegos, esa regulación depende de cada jurisdicción y es ahí donde los sitios de apuestas en línea encontraron la veta, muchos de ellos operando en forma clandestina. Según datos recientes de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA), aproximadamente el 80% de los sitios de juego en línea son ilegales.

Otro problema es que las apuestas online son promocionadas a través de cualquier espacio publicitario, incluso algunos ’influencers’, famosos y hasta periodistas deportivos las fomentan en sus redes sociales, y todos ellos cuentan con un gran número de jóvenes entre sus seguidores. 

Y acá es donde empieza la sumatoria de factores: el fácil acceso a las plataformas de apuestas online, las variadas opciones para apostar y los filtros de edad inexistentes o extremadamente fáciles de sortear, hacen que las apuestas online estén a la orden del día.

El legislador porteño del bloque de La Libertad Avanza (LLA) Eugenio Casielles afirma: “El tema del juego se volvió una problemática constante, especialmente en los chicos. Estamos trabajando en un proyecto para modificar el Código Contravencional de la Ciudad y aumentar al máximo las multas y penas de prisión para combatir la presencia del juego ilegal”.

María Bielli, legisladora por Unión por la Patria (UP), agrega que una solución es limitar fuertemente la publicidad, especialmente en los espacios deportivos, ya que donde más se ve es en las camisetas de fútbol, y en las canchas durante los partidos. Según la funcionaria “es necesario que las empresas se responsabilicen por aquellas publicidades engañosas que muchas veces llegan a los niños y adolescentes, llevándolos a una oferta que pareciera que los conduce al éxito, pero es todo lo contrario”.

Para tratar este tema, la Legislatura porteña convocó a un plenario de comisiones donde se le dé preferencia en las próximas sesiones a los 19 proyectos sobre ludopatía que presentaron los distintos espacios políticos, que son tratados en las comisiones de Desarrollo Económico, Mercosur y Políticas de Empleo, Salud, Niñez, Infancia, Adolescencia y Juventud, Justicia y Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria.

Estos proyectos están divididos entre cuatro partidos políticos. De esos 19, 11 son del bloque oficialista “Vamos por Más” (ARI-PRO), que representa un 58% del total de las iniciativas de legislación. Sigue el bloque de Unión por la Patria, con 5 proyectos presentados (26%). En tercer lugar, el bloque Confianza Pública (JxC) con 2 (10%) y finalmente el bloque Evolución (UCR) con uno (6%). Aunque cada bloque propone medidas diferentes, todos coinciden en imponer multas millonarias a quienes faciliten a menores de edad las apuestas online y un plan integral de control de la actividad lúdica. 

El legislador Gabriel Solano, del bloque Frente de Izquierda de los Trabajadores – Partido Obrero (FIT-PO) dice que “el resto de los proyectos buscan una regulación del juego online”, mientras que el de su bloque propone que, mientras se estudian las iniciativas legislativas presentadas, se anule la resolución que lo habilitó. Y agrega: “No podemos discutir esto tranquilamente y tomarnos el tiempo que no tenemos, mientras son cada vez más los mayores y los menores, y resalto estos últimos, que terminan siendo víctimas de la ludopatía”.

La adicción al juego es una patología y debe ser tratada como tal: aplicando la ley, regulando estrictamente lo ya existente y, fundamentalmente, realizando campañas y programas de concientización para prevenirla. Patricia Glize, legisladora del bloque oficialista Vamos por Más, considera: “La ludopatía infantil tiene que cortarse de raíz. Por eso, (el jefe de gobierno porteño, Jorge) Macri plantea dar una solución integral a un problema que, desgraciadamente, es moneda corriente entre nuestros jóvenes. El compromiso es que trabajemos todos juntos para ir a fondo contra esta problemática. La escuela, la familia y el Estado juegan un rol clave en un nuevo problema que necesita ordenar prioridades y aportar soluciones”.

Otro dato a tener en cuenta es que según una investigación de Lotería de la Ciudad, en la actualidad, el 98,6% de los chicos tienen algún vínculo con la tecnología, mientras que el 52% de padres cree que sus hijos hacen un uso excesivo de pantallas y dispositivos. Y uno de cada dos padres están preocupados por la posibilidad de que sus hijos hagan apuestas online. 

¿QUÉ MEDIDAS TOMÓ EL GOBIERNO DE LA CIUDAD?

Regulación de las apuestas online: Históricamente, en la Ciudad las licencias eran libres. Hoy, hay 11 operadores con licencias activas y están regulados. Además, se cerró la inscripción para nuevas licencias y se suspendieron todos los convenios con potenciales operadores. 

Educación: Se bloqueó el acceso a 772 URL de páginas legales e ilegales desde la red WIFI de todas las escuelas públicas de la Ciudad.

Salud: El equipo de adicciones del sistema de salud de la Ciudad abrirá en el Hospital Álvarez una terapia grupal especializada para atender a menores con posible diagnóstico de ludopatía, y otra para atender a las familias.

Tras un encuentro realizado el 23 de julio pasado entre Jorge Macri y el fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, se decidió que una fiscalía puntual se va a especializar en el tema del juego ilegal. También hubo un acuerdo con el área de ciberdelito de la Policía de la Ciudad para controlar las redes.