Por Francisco Sciaky
La elefanta Pupy, la última de su especie en la ciudad de Buenos Aires, inició este martes su viaje desde el Ecoparque porteño hacia el Santuario de Elefantes de Brasil, ubicado en el estado de Mato Grosso. El traslado marca el cierre de una etapa para el antiguo zoológico de Palemo, que desde hace años avanza en la reconversión de sus instalaciones y la derivación de animales a espacios más adecuados para su bienestar.
El inicio del viaje de Pupy, que recorrerá más de 2.700 kilómetros por tierra, fue acompañado con emoción por miles de usuarios en redes sociales, que celebraron su partida hacia un entorno natural y en libertad. “Hoy Pupy está cada vez más cerca de vivir la vida que siempre mereció”, escribieron desde el Ecoparque en un comunicado oficial.
Durante meses, la elefanta fue preparada por su equipo de cuidadores y veterinarios para este momento. Desde la llegada de su caja de traslado en diciembre, realizó entrenamientos diarios para adaptarse al transporte. En febrero, se sumó personal del Santuario de Elefantes de Brasil para afinar los detalles del operativo. El traslado se realiza con la supervisión de un equipo especializado. “Está viajando tranquila y confiada, bajo la atenta mirada de quienes la conocen y la cuidan”, destacaron desde el Ecoparque.
En el santuario, Pupy contará con más de 50 hectáreas para moverse en libertad y reencontrarse con otros elefantes rescatados del cautiverio, como Mara, también proveniente del Ecoparque, que vive allí desde 2020. El Santuario de Elefantes de Brasil es el primero de su tipo en América Latina y ofrece un entorno seguro, respetuoso y natural para estos animales.
Con su partida, Buenos Aires deja de tener elefantes en cautiverio, y así da un paso más hacia un modelo de conservación y bienestar animal que busca dejar atrás la lógica del encierro. La historia de Pupy emociona porque cierra un ciclo, pero también abre otro: el de la libertad.