Por Fabrizio Scaglione
Pasaron siete años desde que Federico Green -hoy tiene 32- fue diagnosticado como HIV positivo después de hacerse el estudio en un laboratorio privado por recomendación de un amigo. Desde ese momento tuvo que amigarse con su nueva realidad, lo cual fue una tarea difícil porque, según recuerda, no tuvo la contención necesaria: “La mayoría de las instituciones le hablaban a personas negativas con mensajes de prevención pero ninguna a los que nos habíamos diagnosticado y no sabíamos cómo afrontarlo”.
Como consecuencia, y con la ayuda de las herramientas que le brindó su profesión de diseñador gráfico, en 2018 creó una cuenta en redes sociales llamada @hablemosdehiv para brindar acompañamiento e información sobre un virus que lleva años en la sociedad pero del que aún se desconoce mucho.
—Según un estudio de ONUSIDA “las actitudes y juicios negativos hacia las personas que viven con el HIV persisten a pesar de décadas de campañas de información pública y otros esfuerzos de sensibilización”. ¿Cómo tomaste la decisión de darte a conocer masivamente como positivo en una red social?
—Al enterarme que era seropositivo empezó un proceso en el que me sentí solo. No había un espacio donde poder compartir mi experiencia con un par para entender qué debía hacer. Pasaron los años y varias personas allegadas comenzaron a pedirme si podía tomar un café con algún amigo suyo que se había recién diagnosticado, para compartirles mi experiencia. Les dije que sí porque no quería que les pasara lo mismo que a mí. Humanizar el tema y ver que otros viven lo mismo es fundamental y ayuda muchísimo. Ahí empezó a nacer la idea. Me parecía bueno poder charlar con alguien que estaba en la misma situación que yo y al mismo tiempo me hacía bien. Esos encuentros me despertaron las ganas de hacer un movimiento al respecto.
—Creaste @hablemosdehiv con el objetivo de ayudar a otras personas. ¿Creés que generó impacto en vos también?
—Hablemos nació cinco años después de mi diagnóstico. Se fue dando de manera natural y sin dudas fue un proceso de sanación propia. De hecho, unos días después de lanzarlo, me acuerdo que estaba en casa y me largué a llorar porque me cayó la ficha de todo lo que había pasado en estos años. Creo que fue el momento que realmente lo acepté por completo. Me visibilicé, lo publiqué en mis redes y sentí que era libre. Definitivamente, el inicio de este proyecto fue un cierre. Después empezó otro proceso, pero mi cicatriz se cerró ahí.
—La cuenta actualmente está activa en Instagram, pero comenzó en Grindr, una aplicación de encuentros para personas homosexuales…
—Sí. Entré y en vez de poner mi foto puse “hablemos de HIV”. Elegí ese lugar porque es donde todos buscan sexo, muchos sin protección, pero nadie habla de este tema. Recibí muy buen feedback, me hablaron desde personas diagnosticadas hasta personas negativas a las que les gustaba la idea. Pronto entendí que no tenía que aportar más al estigma del virus para con el colectivo gay y que tenía que hacer algo más general, así que lo llevé a Instagram, y funcionó. Hoy en día nos siguen aproximadamente un 60% hombres y un 40% mujeres, y en eso tuvo que ver Pía, una colaboradora. Me encanta porque ella rompe con todo lo pensado respecto a este tema: es mujer, heterosexual y tiene cincuenta años. Comenzamos a contactar páginas que tienen más seguidoras mujeres y tratan temas específicamente de chicas para ir metiéndonos de a poco, porque justamente el objetivo era apuntar a todos. Por suerte recibimos comentarios positivos. Sinceramente jamás han llegado mensajes fuera de lugar.
El proyecto está conformado por un equipo de cuatro personas en total. “Nos juntamos, charlamos qué podemos hacer entre todos. Me dan una mano con algunas cosas”, cuenta Federico. Además, explica que no hay roles establecidos, pero aclara que él es el único que maneja las redes sociales por un tema de confidencialidad. “Hablemos! Chat anónimo” reza la biografía del perfil, con el fin de brindar seguridad a todos aquellos que necesiten abrirse para contar su experiencia.
@hablemosdehiv se caracteriza por tener contenido “diferente” y brinda respuestas a interrogantes que hasta pueden parecer ilógicos, pero que surgen de la realidad: “La mayor parte de las ideas salen de mi propia cabeza, de preguntas que me hice o me hago actualmente. También de consultas que recibo diariamente”, explica. Con el tiempo, se fue transformando y hoy abarca diferentes aristas: hacen acompañamiento vía Instagram, dan charlas en empresas, formaron grupos de encuentro cada quince días -donde ya hay más de ochenta inscriptos- y pronto comenzarán a hacer testeos rápidos gracias a la ayuda de Aids Healthcare Foundation (AHF), una ONG que los capacitó y les proveerá todos los insumos.
—La cuenta ya supera los once mil seguidores, y muchos de ellos se comunican para transmitir sus propias dudas y miedos. ¿Cuál es tu punto de vista respecto de la información que tiene la ciudadanía sobre el tema?
—La información creo que está, el tema es que no sé si está en los lugares correctos, o por lo menos siento que faltan muchas campañas. Para mí, en cuestión sociedad, falta mucha educación al respecto porque sigue siendo un tema tabú. Se sigue hablando, en la mayoría de los casos, de la misma forma que hace 37 años y falta una mirada de realidad: lo que realmente significa, lo que realmente vive y pasa una persona positiva, para dejar de reproducir la película Filadelfia o discursos de otra época. Por ejemplo, seguir vinculando el HIV únicamente con la comunidad homosexual es anticuado. Está totalmente comprobado que no tiene que ver con sexualidades, poblaciones o estilos de personas, sino comportamientos; pero se sigue generalizando. Creo que hasta los profesionales de la salud no se actualizan respecto de la información. Muchas de las personas que comunican continúan estigmatizando y discriminando en los mensajes que dan. Esto impacta en millones de aspectos que no nos damos ni cuenta.
—A tan solo dos años de haber creado tu proyecto, ¿creés que estás cumpliendo la misión que te propusiste?
—Sinceramente, creo que la estoy superando. Se me fue de las manos en muy buen sentido. Jamás me imaginé que iba a llegar a tanto, justamente por el propio estigma que yo tenía inconscientemente. Estoy muy contento porque pensaba armar un perfil para charlar y no mucho más, dar mi aporte. Hoy construimos un equipo que trabaja diariamente para seguir haciendo muchas cosas más. Nunca imaginé que íbamos a estar en esta.
Foto: Instagram