Por P. Flaherty, C. Gruss, A. Horvat, L. Martínez, C. Martini, V. Masci y S. Rojas
La Secretaría de Cultura de la Nación definió al 2014 como “El año de Cortázar”. La mayor feria literaria de Francia, el Salón del Libro, le rindió homenaje en el stand de la Argentina, país “invitado de honor”. La librería Yenny-El Ateneo y la editorial Alfaguara organizaron el ciclo “Mi Cortázar personal: un escritor para armar”. Son sólo algunos reconocimientos y celebraciones. ¿Una Maga vale más que mil Morel?
“Hay un cuento de Bioy Casares que parece premonitorio del curso de su obra: El lado de la sombra. En vida, a la sombra de Borges. Y muerto, a la sombra de Cortázar.” La crítica literaria Silvia Hopenhayn anticipó así, en su nota El centenario de Bioy Casares, publicada el último verano en el diario La Nación, cómo sería el año en el que Julio Cortázar y Adolfo Bioy Casares hubieran cumplido 100 años.
Al autor de “Rayuela” (Bélgica, 26 de agosto de 1914-Francia, 12 de febrero de 1984), la también escritora lo destaca como “conquistador de fervientes corazones”. Al creador de “La invención de Morel” (Argentina, 15 de septiembre de 1914-8 de marzo de 1999), sin embargo, lo define modestamente: “Degustador de la literatura, que convidó con sus escritos y, sobre todo, sus lecturas”.
“BIOY NO TIENE PASTA PARA SER UNIVERSAL”
El dibujante y humorista gráfico Miguel Rep Repiso integró el grupo de intelectuales y editores de Argentina y de Francia que festejó, en marzo de 2014, el centenario del padre de los cronopios y las famas en el Salón del Libro, en París, donde la Argentina fue “invitado de honor”.
“Cortázar es mucho más querido (que Bioy Casares). En este momento del sentido común del país, es reivindicado un ideario como el suyo. (Además, el autor de “El sueño de los héroes”) no tuvo tanto aporte a la cultura argentina; fue un digno compañero de (Jorge Luis) Borges con algunos textos felices, y no mucho más”, opinó Rep consultado por Diario Publicable.
Rep y su mural de Cortázar. (Foto: www.miguelrep.blogspot.com.ar)
El pabellón argentino en la mayor feria literaria francesa exhibe, además del cuaderno de bitácora de “Rayuela”, un mural, dibujado por Rep, con la vida y la obra del escritor franco-argentino. “No encuentro (en Bioy Casares) un personaje apetecible para hacer un mural, dibujar sus años de vida. (El intelectual de Recoleta) me parece muy conservador”, confesó el humorista gráfico al que la editorial Planeta le acaba de publicar Julio Florencio Cortázar. Una biografía rayuelística, un libro basado en el mural que hizo pero en orden aleatorio, emulando una de las dos maneras de leer “Rayuela”.
“El mundo puede volverse cortazariano. No son muchos los autores que han dado con su apellido en un adjetivo: sólo hablamos de kafkiano, borgiano y cortazariano”, afirmó la escritora Rosalba Campra para la agencia de noticias DPA, durante el homenaje en el Salón del libro.
“Bioy no tiene pasta para ser universal”, sentenció Rep y agregó que, para él, la lectura de “La invención de Morel” por un personaje de la serie televisiva norteamericana Lost “no significa la universalidad de alguien”. Con el mismo criterio, recordó que, también en una serie de televisión de EE.UU. (Mad Men), hablaron del escritor argentino Manuel Puig. “Es un dato. Un escritor gana la universalidad por su obra, su persona, su andar por el mundo”, sentenció.
La obra. La persona. El andar por el mundo. El dibujante del diario Página 12 sintetizó: “En un principio, aborrecí esa publicación (Borges, de Bioy Casares), porque cuenta todos los chusmeríos del escritor homónimo. Ahora le encuentro el valor literario por eso mismo”.
A continuación, un audio con los mejores fragmentos de la entrevista con Rep.
“ES INJUSTO EL OLVIDO A BIOY”
El ciclo “Mi Cortázar personal: un escritor para armar”, organizado por Yenny-El Ateneo y Alfaguara en el Ateneo Grand Splendid durante agosto, reunió escritores contemporáneos para que contaran cuándo y cómo habían leído a Cortázar por primera vez y leyeran sus fragmentos favoritos.
“Es injusto el olvido de Bioy (Casares). Se debe a una cuestión ideológica”, le dijo a Diario Publicable Luis Chiatarroni, autor de la novela “Peripecias del no”, definida como “el hecho más destacado de la literatura argentina en 2007” por la periodista y escritora Beatriz Sarlo. Chiatarroni, también crítico y editor literario, sin sospecharlo, contextualizó la opinión de Rep. Y, no por azar, el escritor y periodista Fabián Casas coincidió con el dibujante. Al autor de “Diario de la guerra del cerdo” le faltó, según él, “potencia popular”. La audiencia recordó un dato curioso: Cortázar y Bioy Casares hicieron dos cuentos fantásticos –el género por excelencia de Bioy Casares- iguales, “La puerta condenada” y “Un viaje o El mago inmortal”, respectivamente.
“Bioy (Casares) no sólo fue un gran escritor, sino también un gran productor de literatura. Renovó el (género literario) fantástico. Lo recluyeron por gozador. Lo llamaron ‘El aristócrata de los campos’. Pero, fue un hombre que se entregó con pasión a la literatura”, dijo Hopenhayn, contundente, al hablar sobre su nota periodística con Diario Publicable.
Hopenhayn, una rescatista de la obra de Bioy Casares. (Foto: CANAL (á))
La periodista, crítica literaria y escritora conoce profundamente a Cortázar y a Bioy Casares. Además de la jornada “La Maga, la amante y la hermana. Tres mujeres en el universo de Cortázar”, del ciclo “Cortázar, en líneas”, organizado por la Alianza Francesa de Buenos Aires y el Institut Français de Argentina en agosto pasado, Hopenhayn dará el curso “La invención de Bioy”, de mediados de septiembre a mediados de octubre, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
“La obra de Adolfo Bioy Casares (autor de sugestivas iniciales: ABC) es una puerta de entrada en la literatura fantástica argentina, una de las más originales en su concepción subjetiva del tiempo y el espacio. Se abordará su aporte o ‘invención’, a través de la lectura del cuento En memoria de Paulina y la novela breve La invención de Morel.” Así describen el curso en la página web oficial del MALBA. Un homenaje, sin dudas, como la publicación del tercero y último tomo de las obras completas de Bioy Casares (Emecé), “el mejor festejo del centenario de su nacimiento”, según Hopenhayn.