Por P. Catalá, C. De Cabo, J. Lacunza, V. Michelesi y B. Romano
La cuarta marcha plurinacional “Basta de travesticidios y transfemicidios”, realizada el 28 de junio en el Congreso en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTI+, tuvo entre líneas un mensaje a los candidatos para las próximas elecciones: el reclamo por políticas de inclusión. Miles de personas pidieron condiciones dignas de salud, trabajo y educación para una comunidad que ha sufrido 39 travesticidios en lo que va de 2019.
Mariana Monroe, perteneciente al colectivo trans, señaló: “Quizás Alberto Fernández haga algo por nosotras pero, en líneas generales, históricamente somos olvidadas mientras el genocidio travesti aumenta”. Respecto de los candidatos, dijo que es imprescindible que las entiendan y las escuchen porque tienen mucho para pedir. Según Monroe, la realidad de las mujeres transexuales y travestis no importa: “Ante esta jerarquía social, nosotras estamos siempre al final”.
Por otra parte, la activista y militante trans Victoria Alejandra Ironici sostuvo que quiere ver mujeres travestis hablando de política para tener más recursos y que se tomen mejores decisiones para el colectivo. “Los políticos siguen choreando y usándonos políticamente”, reclamó Ironici. “Necesitamos proyectos más integrales, además de un lugar donde vivir y educarnos, y un sistema de salud seguro”, pidió.
A su vez, la activista trans manifestó que no espera nada de los políticos porque en pocos casos han sido “sororos” y humanos con la colectividad trans. Por otro lado, pidió a los funcionarios respeto por las disidencias sexuales y “que estén a la altura de las leyes que hemos conquistado con sudor, lágrimas y muertes”.
En relación al caso Diana Sacayán, la activista trans asesinada en 2015, apuntó al gobierno de Cambiemos diciendo que por cuestiones de egos partidarios no se tomó el caso como debería, ya que Sacayán estaba ligada al peronismo. “La Ley de Identidad de Género no es de un partido político; es producto de un colectivo de millones de partidos, ONG y personas que pusieron el cuerpo para conseguirla”, dijo.
Por otro lado, Romina Pereyra, activista lesbiana y militante comunista, afirmó que pocos candidatos proponen medidas para el colectivo: “El Cupo Laboral Trans debía reglamentarse en la provincia de Buenos Aires, pero la gobernadora María Eugenia Vidal no lo hizo”, aseguró. También dijo que “el Frente de Todos y el Frente de Izquierda tienen algunos proyectos de ley, pero nada fuerte como programa político”.
“La Cámara de Diputados se niega a poner en marcha el proyecto de salud integral para travestis y trans”, remarcó Pereyra, y luego afirmó que “el Cupo Laboral Trans es una deuda democrática, en particular para las travestis en situación de prostitución”.
El reclamo elevado por las activistas se da un contexto crítico para el colectivo. La expectativa de vida para las trans y travestis en la Argentina es de 35 a 42 años, mientras que en lo que va de 2019 ya se cuentan 39 transfemicidios. “Somos la presa principal del sistema capitalista y patriarcal”, concluyó Pereyra.