Por Celeste Gerardi

A diferencia de deportes como el básquet, el vóley o el tenis, en el handball no puede hablarse de un fundador o creador. Surgió como producto de juegos similares que se desarrollaron en paralelo en distintas regiones de Europa y América. El handball dio sus primeros pasos en el país en 1920, como “balonmano uruguayo”, y se jugaba en canchas de fútbol con 11 jugadores en cada equipo. El fútbol es el antecedente del handball en la Argentina, y a partir de allí se buscó darle más contacto físico, sin la posibilidad de ingresar al área del arquero.

La disciplina tuvo su caída en la Argentina principalmente por la profesionalización del fútbol en 1930, ya que los clubes no prestaban espacios para el balonmano. Sólo quedaron cinco equipos: River, Independiente, Argentino de Quilmes, Colegiales y Estudiantes de La Plata. Los medios tuvieron un rol importante difundiendo los encuentros, y se empezó a observar el deporte con mayor seriedad. El handball estaba presente en Buenos Aires porque la colectividad alemana lo jugaba. Luego de un año, el Comité Olímpico se acercó a la Federación y sugirió sumar este deporte a los Juegos Olímpicos para que un equipo argentino estuviera presente en la edición de Berlín de 1936. En mayo de ese año se decidió afiliar a las Sociedades Alemanas y se creó la Federación Argentina de Handball Balón (FAHB).

En 1962 empezaron los torneos intercolegiales, y tres años después empezó a formar parte del programa de formación docente del Instituto Nacional de Educación Física. Argentina ya estaba incorporada en el plano internacional y los torneos se multiplicaron: la Copa Challenger, los juegos Panamericanos, Sudamericanos y Mundiales. En el ámbito nacional, la creación de la Comisión Metropolitana de Handball fue la semilla de lo que tres años más tarde sería la Federación Metropolitana de Balonmano (FEMEBAL), que organiza los torneos Metropolitanos en la Ciudad de Buenos Aires.

Con el trabajo de las categorías inferiores de los clubes, el surgimiento de nuevos jugadores y las mejoras del torneo local, la Selección Argentina fue creciendo hasta vencer en 2011 a Brasil y, a su vez, lograr por primera vez la clasificación a los Juegos Olímpicos que se disputarían al año siguiente. El capitán de la selección, Andres Kogovsek, recordó: “Vivimos todos los partidos con mucha concentración porque sabíamos que era una oportunidad única; hay que saber sufrir para saber ganar”.

Andrés Kogovsek

El handball argentino creció muy lento y en base a esfuerzo y trabajo. No por nada San Fernando le dio el primer título internacional a un club local tras 26 años al coronarse Campeón de América en torneo Panamericano Sur-Centro que se desarrolló en San Pablo al vencer en la final 35-33 a Taubaté de Brasil. De esta manera, logró clasificarse por primera vez al Mundial de Clubes Super-Globe, que se disputó en Arabia Saudita. 

En la categoría femenina, River Plate, dirigido por Eduardo Cozzi, obtuvo el segundo lugar en el mismo torneo. Su capitana, Maira Carletti, dijo aquella vez sentir un “orgullo inmenso por estas pibas“. Además, la selección masculina, conocida como Gladiadores, fue campeona el torneo Cuatro Nacionales, al tiempo que la Sub-20 masculina está disputando el mundial en Grecia disputando del Mundial.

Edición: Nicolás Ponisio