Por Agustina Milagros Cabrera

El asbesto es una fibra de micrones indestructible, imperceptible a la vista, que en ocasiones se combina con otros materiales como el fibrocemento. Con el paso del tiempo, empieza a descomponerse y se libera en el aire. El cardiólogo Santiago Geuna explica que cuando los seres humanos lo inhalan, el asbesto se clava en la pleura o el pulmón y eso genera, en primera instancia, el ensanchamiento de las placas pleurales, lo que en un período de diez a veinte años puede producir cáncer.

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) ha denunciado en varias ocasiones la presencia de asbesto en la red del servicio público de transporte. Los trabajadores aseguran que esta sustancia se encuentra en las instalaciones del subte y que ya provocó la muerte de tres trabajadores. Además, señalan que hay otros 85 enfermos con neumoconiosis y un vendedor con problemas de salud relacionados a esta sustancia. Advierten también que no puede descartarse que afecte a pasajeros habituales que utilizan el transporte todos los días durante muchos años.

Los trabajadores reclaman soluciones a la empresa EMOVA y al gobierno porteño.

Esta situación ya provocó 1200 denuncias, 500 inspecciones, 120 asambleas, siete audiencias con la Defensoría del Pueblo, un amparo ambiental, 78 palets con chatarra retirados, cinco flotas removidas de circulación y 2700 trabajadores bajo vigilancia médica.

El asbesto, denuncian los trabajadores, está presente en muchos sectores de los coches: los vagones, las paredes, las conexiones eléctricas, los separadores y los centros de potencia, entre otros espacios. “Ahora lo que estamos pidiendo con absoluta claridad es reducir nuestra jornada laboral. Lo que dice la Ley de Insalubridad, que nosotros no tenemos, es que cuando hay algo que produce afecciones a la salud hay que reducir la jornada. Nosotros con 36 horas semanales tuvimos problemas y por eso hacemos el reclamo”, explicó Roberto Pianelli, secretario general de la AGTSyP.

El Gobierno porteño niega que este elemento represente riesgo alguno para la salud. Sin embargo, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario dejó firme el Amparo Ambiental que presentó el sindicato, en el fallo que se conoció el 17 de febrero de este año y señaló: “Adviértase que ha quedado demostrado que la exposición al asbesto es determinante de riesgo y que su presencia puede ocasionar un grave daño ambiental y a la salud, independientemente de las concentraciones existentes”.

Edición: Agustina Cabello