Por Luciana Mina
En la previa al acto de cierre de campaña de Javier Milei, cientos de jóvenes hacen fila para retirar las entradas que reparte Karina, la hermana del candidato a presidente por La Libertad Avanza, en el Parque Los Andes, a unas cuadras del estadio Movistar Arena. Llegaron solos, en grupos de amigos, en colectivos escolares. Al mismo tiempo, en el Luna Park, Leandro Santoro, candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por Unión por la Patria, hace lo propio.
A la derecha del palco de prensa, en el primer piso del Movistar Arena, se armó el VIP donde se ubican Fernando Cerimedo, especialista en marketing digital y asesor de Milei; Carlos Kikuchi, armador a nivel nacional de La Libertad Avanza, y los padres de Sebastián Pareja, armador por la provincia de Buenos Aires y candidato a senador bonaerense, entre otros representantes del espacio.
Abajo, frente a la platea, el campo es una fiesta. Una multitud de jóvenes, en su mayoría varones, salta y canta “La casta tiene miedo”. En la vestimenta predomina el color negro por lo que resaltan las banderas y remeras amarillas de la serpiente libertaria. El sonido a todo volumen reproduce “Roadhouse Blues” de The Doors, “1, 2 Ultraviolento” de Los Violadores, y música de AC/DC y La Renga. Sin embargo, el preferido de la multitud es el jingle creado con la música de “Provócame”, de Chayanne, reversionada: “Votá a Milei, a Villarruel”.
Ramiro Marra, candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ingresa al escenario y se arroja a la multitud, que lo eleva en el pogo como si fuera una estrella de rock, mientras suena “Welcome to the Jungle”, de los Guns N` Roses. Lilia Lemoine, cosplayer, asesora de imagen de Milei y candidata a diputada, recorre la primera fila junto al Dipy, el cantante de cumbia y candidato a intendente de La Matanza. Los dos se sacan fotos con sus seguidores. El recinto, con capacidad para 15 mil personas está casi lleno, sólo quedan espacios vacíos en la segunda bandeja.
El primer orador del acto es Alberto Benegas Lynch hijo, el economista venerado por Milei y pilar de la divulgación de las ideas del liberalismo en Argentina. Su presencia imprime un gesto de seriedad al evento en el que hacía unos minutos candidatos y votantes se mezclaban en un pogo. Serio y solo frente al atril propone romper relaciones diplomáticas con el Vaticano pero luego cita al papa Juan Pablo II. También advierte que la prioridad de un eventual gobierno de La Libertad Avanza no debe estar en reducir el déficit fiscal, ya que, según considera, en épocas de la Unión Soviética, Cuba y Iósif Stalin garantizaron el déficit cero. Aclara que el acento tiene que estar puesto en el recorte del gasto público. Por último, se opone a las propuestas de los candidatos Sergio Massa y Juan Schiaretti respecto a otorgarle autonomía al Banco Central: “Si el BCRA es independiente, se equivocará independientemente”.
Finalmente, llega el momento de Javier Milei. En la sala se apagan las luces y sobre la pantalla en el escenario se proyectan y suceden imágenes documentales de bombas atómicas explotando y demoliciones de edificios. Los jóvenes miran en silencio el cortometraje. El clima se rompe con la aparición de un león en llamas que ocupa el centro de la proyección y comienza a sonar “Panic Show”, de La Renga. Las luces se encienden y emerge el presidenciable entre la multitud para dirigirse al escenario, tarea difícil pero a la que se presta con gusto.
Lo que nadie esperaba: un solo del presidenciable. Toma el micrófono y entona, a capela: “Hola a todos, yo soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida. Todos corrieron, sin entender, panic show a plena luz del día”. Un cierre de campaña poco protocolar; en 40 años de democracia ningún otro candidato a la jefatura de Estado cantó más que el Himno Nacional. Luego, la arenga. “¡Viva la Libertad, carajo”, grita. “¡Viva!”, responde la multitud al unísono con el puño levantado. Acto seguido, el economista cita a Benegas Lynch hijo y los jóvenes repiten la frase como si se tratara de un salmo y exclaman: “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad”.
El discurso de Milei no profundiza en las propuestas, sino en señalar a la “casta empobrecedora”. “La casta son los empresarios prebendarios, los sindicalistas que entregan a los trabajadores, los políticos y los periodistas ensobrados”, específica. También se diferencia: “La política no es mi vocación”, dice y luego aclara: “Si yo no me metía en el barro de la política esos colectivistas nos iban a llevar puestos”. Promete que, en 35 años, bajo su eventual mandato, Argentina va a ser como Estados Unidos y, por qué no, como Irlanda. Su propuesta para alcanzar ese destino: “Abrazar las ideas de la libertad”.