Por Juan Mango

Raúl Alfonsín asumió el 10 de diciembre de 1983 y en la Argentina volvió la democracia después de una dictadura feroz que dejó a la sociedad sin voz para expresarse. Con canciones y artistas proscritos y recitales ilegales, la música había hecho lo necesario para continuar siendo un emblema de libertad. A partir de 1983, artistas exiliados como Charly García, Mercedes Sosa y León Gieco regresaron a la Argentina, al mismo tiempo que nacieron nuevos grupos. En sus letras continuaron (y continúan) denunciando las injusticias de ayer, y también las de hoy.

Esta es una selección de diez canciones de los últimos cuarenta años que hablan sobre cicatrices, libertad y asignaturas pendientes. El rock siempre sonó y seguirá sonando para darle voz a los derechos humanos. Cuando los límites de la democracia sean rozados por grupos de poder, la música dirá presente. Nunca más.

“Ellos nos han separado”, de Virus (1983)

En 1982, productores independientes organizaron el Festival de la Solidaridad Latinoamericana como respuesta a las acciones de la dictadura y a la Guerra de Malvinas. Participaron los artistas más importantes de entonces, como Charly García, León Gieco y Luis Alberto Spinetta. Sin embargo, otros, como el grupo Virus, decidieron no formar parte. “Decidimos no participar porque no estábamos de acuerdo -recuerda hoy Marcelo Moura-. Fue tanto el rechazo que generó nuestra respuesta que nos prohibieron salir en radio y TV. Además, recibimos amenazas de muerte. Por no haber participado nos quedamos afuera de ese boom de bandas nuevas. Virus recién se hizo conocida en 1983, cuando volvió la democracia al país”.

Ese año Virus lanzó el hit “Ellos nos han separado”, cuya letra resalta la importancia de la democracia como un sistema que busca unir y fortalecer a la sociedad. Moura explica: “Fue escrita pensando en nuestro hermano Jorge -desaparecido en el verano de 1977-, nunca lo dijimos públicamente. Fue una suerte de despedida interna de los hermanos a otro al que queríamos muchísimo. Su partida fue durísima, yo tenía 17 años. El proceso de grabar y escribir la canción fue hurgar en nuestros sentimientos, tratar de volcar las sensaciones que nos provocaba la situación. Fueron momentos muy duros que aún hoy muestran las cicatrices”.

“Pensé que se trataba de cieguitos”, de Los Twist (1983)

En el mismo año que “Ellos nos han separado”, Los Twist lanzó uno de sus temas más emblemáticos. “Pensé que se trataba de cieguitos fue compuesta por Pipo Cipolatti antes de formar la banda, y su letra era una crítica irónica sobre la desaparición de personas y la impunidad de los militares en el poder.

Mi canción no estaba basada en hechos reales, era todo fantasía. En esa época yo no tenía demasiadas preocupaciones no sólo porque mi viejo era policía, sino porque no estaba metido en cosas raras, no me preocupaba ser chupado”, explicó el músico. El tema tomó fuerza gracias a las radios FM, que surgieron en los primeros años de democracia. La más importante fue Rock and Pop, fundado en 1985 por Daniel Grinbank, que ayudó al rock nacional a convertirse en el sonido del retorno a la libertad.

Comunicado #166″, de Los Violadores (1985)

En 1985 sucedió el histórico Juicio a la Juntas en el que se condenó a los mayores responsables de la dictadura por violaciones a los derechos humanos. Para entonces, Los Violadores, banda referente del punk rock argentino, lanzó “Comunicado #166”. El hit fue una crítica abierta a los gobiernos autoritarios y represivos con un estilo directo y provocador al abogar por una democracia auténtica basada en la voz del pueblo.

Las letras de Los Violadores narraban la crudeza que se vivía en la calle. “Los militares y la policía pensaban que los miembros de la banda eran hijos de milicos al hacer un tema como éste. Es representada la inconsciencia y rebelión, pero más que nada por una cuestión de no dimensionar lo que pasaba, eran adolescentes”, dijo el músico y escultor Lucio Tapia, quien vivenció gran parte del movimiento rockero de distintas épocas.

Con la democracia fue muy notorio cómo empezó a salir la gente, se empezó a respirar otro aire, más allá de que hubiera detenciones, pero no pasaba de ir al calabozo y que te liberen. Las bandas que ya estaban desde antes, como Los Violadores, pasaron de tocar en auditorios para pocas personas a llenar Obras Sanitarias de golpe”, agregó.

“Haz tu jugada”, de Rata Blanca (1990)

En 1990, Argentina era un parque de diversiones para empresas extranjeras que privatizaban servicios estatales. En este contexto Rata Blanca lanzó la canción “Haz tu jugada”, incluida en el álbum Magos, espadas y rosas. Compuesta por Walter Giardino, la letra habla sobre la necesidad de ser auténtico y luchar por lo que se cree sin importar lo que los demás piensen o digan. También afirma que, como sociedad, las personas deben asumir un papel activo en la construcción de un sistema democrático sólido y tomar decisiones conscientes para el bienestar colectivo.

“Sr. Cobranza”, de Bersuit Vergarabat (1998)

Con el menemismo todavía en el poder, Bersuit Vergarabat grabó una versión de “Sr. Cobranza” (incluido en su disco Libertinaje) que eclipsó a la original, compuesta por Las manos de Filippi. La canción apunta directamente al poder con ironía contundente. Germán Sbarbati, actual vocalista de la banda, explica: “Grabamos el disco y lo empezamos a difundir en las radios. Dos días después, el COMFER anunció que prohibía el tema por insultos e injurias a funcionarios y ex funcionarios. En democracia y con la libre expresión era una contradicción. Por supuesto que rozó los límites de la democracia. En ese momento salimos a empapelar todo Buenos Aires con afiches con la letra de ´Sr. Cobranza´. Todo eso trajo la curiosidad de la gente y logramos que se difundiera. Ese tema nos abrió un montón de puertas dentro del país y también en Latinoamérica”.

El diablo de tu corazón”, de Fito Páez (2000)

La situación económica era paupérrima. La convertibilidad terminaría en la explosión social y económica que dejó al país en llamas y con 16 millones de pobres. En ese marco, Fito Páez produjo la canción “El diablo de tu corazón” para su disco Rey Sol. El periodista Roque Casciero describió uno de sus shows en el diario Página/12: “El primero de los dos conciertos con los que Fito Páez presentó su reciente Rey Sol fue una prueba más de los tiempos de crisis a los que el rosarino suele referirse en sus canciones. Como en varios shows que se hicieron en el Estadio Obras durante este año, el lugar estaba apenas a la mitad de su capacidad“.

Casciero continuó: “Por eso resultó lógico que el cantante arrancara con “El diablo de tu corazón”. Con su “Ey, ¿qué te pasa Buenos Aires?”, Páez instó a la ciudad a salir de la apatía. “No seamos pechos fríos”, dijo en otro momento. Quizá la respuesta a varios de los interrogantes que plantea “El diablo…” (“¿por qué nos cuesta tanto el amor?”, por ejemplo) se encuentre en una vieja y rabiosa pieza que el rosarino escogió para el final del concierto. Si en esta puta ciudad matan a pobres corazones, habría que cuestionarse de qué hablamos cuando hablamos de amor.

Señor kioskero”, de Intoxicados (2003)

La letra narra en primera persona el robo a un kiosco del barrio por necesidad. Sin embargo, “este tema no tiene nada que ver con la realidad, es medio surrealista”, según gritó Pity Álvarez en un recital de CM Vivo 2003, donde también afirmó: “Un día se me ocurrió“.

Abel Mayer, exbaterista de Intoxicados, cuenta: “Siempre el pueblo se paró de manos por necesidad y con motivos, como luchar por la libertad en la dictadura. Siempre hubo momentos difíciles, pero mantuvimos la democracia por más que costara, y lo seguimos haciendo. Espero que las dictaduras nunca se asomen. Que los políticos después nos decepcionen es otra cosa, aunque sea moneda corriente. La libertad es el valor más grande que tenemos como sociedad”.

“Buenos Aires en llamas”, de Attaque 77 (2007)

En 2007, Attaque 77 lanzó la canción “Buenos Aires en llamas” como parte del disco XXX. El tema comienza diciendo: “¿De qué se ríe el tipo de los carteles? Es candidato a gobernador. Secuestros, robos, muertes, inseguridad… no da más la situación”.

El bajista Luciano Scaglione recuerda: “La canción refleja nuestro descontento constante con los políticos de turno, que encima son los mismos de siempre. Hay poco recambio y mucha grieta. Se genera mucha desilusión con la política en general”.

Gobiernos Procaces!”, de Las Pastillas del Abuelo (2015)

En pleno año de elecciones, el país discutía la grieta entre oficialismo y oposición. Esa Argentina fragmentada quedó plasmada en este tema, incluido en el álbum Desafíos. Con su estilo de rock urbano y un juego de palabras entre “PRO” y “Pro K”, la banda cuestiona tanto al macrismo como al kirchnerismo, así como también a los gobiernos que quieren el poder a costa de todo y sin importar las consecuencias.

La canción se empezó a gestar antes de que Macri ganara las elecciones. La letra habla un poco de esa dualidad entre uno y otro, como quien quisiera una tercera opción. Pienso que somos un pueblo que olvida fácilmente, que tiene poca o mala memoria. En una época anterior hizo falta un Plan Cóndor para derrocar a cada gobierno que no se alineaba con los intereses de Estados Unidos. Hoy no hace falta eso, simplemente con la influencia y hegemonía de los medios de comunicación alcanzó para que en el 2015 Macri asumiera y se enquistara en el poder. Aún hoy su partido es una opción, cosa que me entristece”, dice Joel Barbeito, saxofonista de Las Pastillas.

Pará la mano”, de Arbolito (2016)

Un año después de “Gobiernos procaces!”, la banda Arbolito lanzó “Pará la mano”, un grito en la cara del por entonces presidente Mauricio Macri. A lo largo de la canción, la banda utiliza instrumentos folclóricos -guitarra criolla, charango y quena- para crear una atmósfera auténtica y arraigada en la música tradicional de la región. El ritmo enérgico y la pasión en la interpretación vocal refuerzan el mensaje de la canción, transmitiendo una sensación de urgencia y resistencia.

En este tiempo de gobierno para pocos, con cientos de miles de despidos, ataques directos a la clase trabajadora, recortes en la educación y casos de corrupción en las castas políticas, se torna sumamente necesario el compromiso de los artistas. En el caso de los que tienen difusión masiva en los medios y llegada en los sectores populares, pueden utilizar el arte como canal de denuncia y expresión de la realidad política y social”, dijo el docente Maximiliano Oviedo para La Izquierda Diario.