Por S. Delgesso, G. Zylbering, L. Arozarena, M. Loria, F. Pontoriero, S. Kalik, U. Montenegro y N. Cesario

FM La Tribu 88.7 es un medio de comunicación y cultura que funciona en la casona de Lambaré 873, barrio de Almagro, en la Ciudad de Buenos Aires, desde 1989. Su grilla de programación cuenta, en la actualidad, con unos 60 programas distribuidos de lunes a domingo, desde las 7 hasta la 1 de la mañana, de enfoque cultural, político y social. La radio también funciona como un centro de capacitación y producción audiovisual y digital, con cursos para estudiantes y talleres para niños.

La Tribu fue creada hace 35 años por jóvenes universitarios de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, militantes de un frente amplio de izquierda que conducía el centro de estudiantes. Con la excusa de montar un taller de radio, armaron una emisora clandestina en un departamento de tres ambientes, en el piso 13 de un edificio de Gascón y Sarmiento. A los pocos meses, la situación se tornó insostenible para los vecinos, quienes llegaron a sacar la antena que habían instalado en la terraza y recién la devolvieron cuando se acordó que no volverían a instalarla allí. 

Así fue que alquilaron, a unas cuadras, ‘la casa’, un antiguo hotel de inmigrantes en Lambaré 873, que funcionaba como un espacio cultural y que reunía a carpinteros, ceramistas y gente de teatro. Las emisiones de prueba comenzaron el 19 de junio de 1989, en un contexto de clandestinidad, ya que no existía figura legal que permitiera a los estudiantes emitir en una radio FM bajo la ley de radiodifusión vigente en ese momento, que había sido promulgada por la última dictadura militar. El objetivo era poner al aire contenidos culturales alternativos, y dar lugar a música que no sonaba en las radios y a nuevas voces. 

Hernán Petriz, conductor del programa “La montaña” (Lunes a viernes – 11 a 13hs), fue uno de los primeros seducidos por la propuesta radial: “La Tribu arranca a finales de los años 80 con personas que tenían la necesidad de algo que se empezaba a hablar, que es lo autogestivo, lo alternativo. Conocí la radio como estudiante de comunicación. En la materia taller de radio nos llevaron a conocer los estudios y me enamoré”.

Sobre estas bases, La Tribu maduró su perfil alternativo, tanto en lo cultural como en lo político. En la década de 1990, el medio cuestionó el modelo neoliberal que se estaba imponiendo, lo que devino, según los archivos históricos de la radio y la opinión de los trabajadores de ese momento, en el ataque con bombas molotov que sufrió la radio el 30 de agosto de 1993. El ataque sólo provocó daños materiales leves -destruyó la entrada de la casa de Lambaré- y no dejó víctimas ni heridos. 

En la década de los 2000, acompañó y fue parte de la gesta para recuperar el entramado social y económico luego del quiebre de 2001. También apoyó a las organizaciones históricas de derechos humanos en Argentina -Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS y Familiares de desaparecidos, entre otras- en los juicios de lesa humanidad contra los militares responsables de la última dictadura. Las luchas sobre cuestiones de sexualidad y género también fueron acompañadas desde la línea editorial del medio: las leyes de identidad de género, matrimonio igualitario y de derecho al aborto fueron militadas y acompañadas de forma unánime por los integrantes de la radio. 

Para FM La Tribu, quién está del otro lado de la radio no es un oyente, sino un participante. Las voces del otro lado también son escuchadas. “La resistencia de los 35 años de La Tribu tiene que ver con las reglas que se pautaron en su fundación: acá funciona lo comunitario. No existe el verticalismo, todo se decide en asambleas y hay lugar para diferentes ideas. Ser una radio chiquitita, y por momentos frágil, a La Tribu la hace invencible. Llegamos a estos 35 años a pesar de haber pasado momentos muy difíciles”. 

FM La Tribu fue pionera en la producción de podcasts desde 2005. Sirvió como productora de discos, tanto musicales -“Esto es un abrazo”, de Paolo Pandolfo- como de relatos -“Relatos de un mundo con perspectiva de género”, de Picante Parlante-; así como también produjo documentales -“Distorsión Armónica”, una producción audiovisual sobre 12 radios comunitarias, ciudadanas y alternativas de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay- y festivales de cine -festival “Cartón”, con proyección de cortos animados de decenas de países en el auditorio de la radio.

Actualmente, FM La Tribu emite tres tipos de programas: las producciones independientes, las coproducciones con otras organizaciones afines a la radio y los programas llevados adelante por organismos invitados por La Tribu para que participen de la radio. Los ingresos de están compuestos por la publicidad privada y estatal, así como por suscripciones y aportes de la audiencia.

Edición: Mora Zaballa