Por Candela Morinelli, Martina Higounet y Lautaro Chichizola
La interna del Partido Justicialista se torna confusa y claramente dividida en un momento muy complicado para el peronismo y en el primer Día de la Lealtad que se vivió bajo el mandato de Javier Milei.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó su propio acto del 17 de octubre en la ciudad de Berisso. Su discurso comenzó con fuertes críticas a la gestión del gobierno actual: “Este desastre de Milei no dura para siempre”.
Según Kicillof, a la derecha le conviene que el peronismo esté quebrado, por lo que convocó a la unidad social como plan de cara al futuro para construir una alternativa superadora.
“No me interesa disputar ninguna interna, mi responsabilidad y mi mandato es el de conducir un gobierno que está dispuesto a ofrecer a los bonaerenses un escudo a lo que está haciendo Milei”, concluyó.
El encuentro tuvo como principales oradores a los intendentes Fabián Cagliardi, de Berisso, a Mario Secco, de Ensenada, y a Julio Alak, de La Plata. Cagliardi abrió el encuentro y aseguró que Axel “será el próximo presidente de la Nación”, mientras la multitud lo acompañaba al grito de “Axel presidente”.