Por Valentina Correa, Mía Baldi y Sabrina Sainz

El ministro de Economía Luis Caputo anunció ayer en la red social X que se terminó la primera etapa del Régimen de Regularización de Activos .

El blanqueo de capitales es una medida que busca regularizar bienes y activos que no están declarados a través del pago de una penalidad, el impuesto especial de regularización. El objetivo es incentivar a individuos y empresas a declarar sus bienes y activos no registrados a cambio del pago de una alícuota para generar ingresos fiscales y fomentar la transparencia en la economía. Una vez regularizados, tienen los efectos fiscales según corresponda, como cualquier otro bien.

Una de las principales características del blanqueo es la aplicación de alícuotas progresivas según la etapa de ingreso al régimen. En este sentido, cuanto antes se ingrese, menor será lo abonado. La etapa 1, que finalizó el 8 de noviembre, establecía una alícuota del 5 por ciento sobre el excedente de 100 mil dólares. La etapa 2, vigente hasta el 31 de enero de 2025, incrementa la alícuota al 10 por ciento, y la etapa 3, que se extiende hasta el 30 de abril de 2025, eleva la tasa al 15 por ciento. Este esquema busca incentivar la pronta adhesión, por lo que premia a quienes declaren sus activos con mayor anticipación.

Otro aspecto relevante es el mínimo no imponible de 100 mil dólares, por debajo del cual no se deberá pagar el impuesto especial. Este beneficio se extiende a ciertos bienes e inmuebles, que también pueden estar exentos si su valor no supera ese límite. Además, se ofrece la posibilidad de adelantar el pago del impuesto a los Bienes Personales desde 2023 hasta 2027, con una alícuota del 0,45 por ciento anual, para asegurar estabilidad fiscal hasta 2028 y congelar la tasa al 0,25 por ciento hasta 2038.

La diputada Vanina Biasi, del Partido Obrero, criticó la medida y señaló que su impacto ya es evidente, especialmente en el contexto de una prórroga: “La medida tiene como efecto el haber permitido mantener el precio del dólar bajo y no es un tema menor. Todo lo que se blanquea es para pagar la deuda. Es un régimen destinado a premiar el delito, sin hacerlos pasar por un juicio donde sean condenados por incumplir con las leyes de la Argentina, en este caso también con otras partes del mundo”. Según Biasi, este régimen ha logrado mantener bajo el precio del dólar, lo cual, en el contexto económico argentino, es un tema significativo.

El periodista especializado en economía y finanzas Juan Strasnoy Peyre explica que “la principal desventaja de los blanqueos es que plantean siempre una situación de injusticia, un anzuelo, un señuelo, porque quien tiene riquezas sin declarar ni aportar al Estado o al fisco recibe un beneficio, pasa a la economía formal y se le dan mejores condiciones”. Por ahora, el impacto más importante es que los nuevos depósitos en dólares empezaron a generar una dinámica que aumentó el financiamiento a empresas.

Edición: Inés Yawien, Abril Lamia y Juan Mango