Por Tomás Zygier
Basta comparar los guarismos de las PASO con el promedio de intención de voto que pronosticaban los principales encuestadores para constatar que nuevamente se produjo una desacople entre lo esperado y lo que finalmente ocurrió. Esa desconexión contribuye a resaltar el carácter de “batacazo” de la elección de Javier Milei, quien se impuso con el 30 por ciento de los votos. Ni siquiera las proyecciones más optimistas de La Libertad Avanza arañaban semejante número. Pero, ¿dónde se podían encontrar los rastros de este escenario? ¿Dónde está el germen del auge libertario?
Poco más de tres meses atrás, el ex diputado Miguel Ángel Pichetto le concedió una entrevista a Luis Majul en LN+ en la que pidió que “no lo agranden tanto a Javier Milei” y aseguró: “Cada vez que doy entrevistas televisivas, me preguntan por él”. La declaración del actual Auditor General de La Nación causó revuelo entre la mayoría de los periodistas de esa señal, pero obtuvo el apoyo de Luis Novaresio, quien reconoció haber entrevistado muchas veces al líder libertario por su “gracia, simpatía y los exabruptos”.
Novaresio se valía de un estudio de la consultora Ejes Comunicación que en septiembre de 2021 desempolvó la periodista Mariana Carbajal en Twitter. El relevamiento muestra que Milei concedió 235 entrevistas y contó con más de 55 horas de aire durante 2018, convirtiéndose en el economista de mayor presencia televisiva y radiofónica en ese año. Lejos de disminuir con el tiempo, su presencia mediática se potenció con el advenimiento y el ocaso de los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
ALEJANDRO FANTINO, EL PADRE DE LA CRIATURA
Su primera aparición televisiva data del 26 de julio de 2016 en Animales Sueltos, el multiforme ciclo que comandaba Alejandro Fantino en América y que esa noche había reunido al economista Ismael Bermúdez; los periodistas Eduardo Feinmann, Edi Zunino y Daniel Santoro, y un economista desfachatado e ignoto llamado Javier Milei. Fantino comprobó rápidamente el interés que suscitó en su audiencia. “El flaco entró cuando el rating estaba en 2,5 y lo llevó a 7”, recordó el periodista en una reciente entrevista con LN+. Milei se envolvió rápidamente en un acalorado debate con los otros miembros habituales del programa y comenzó a enunciar frases llamativas que ayudarían a trazar su perfil y su cosmovisión dogmática e irrenunciable.
El conductor expuso ante el panel un regalo que le había hecho Axel Kicillof en una visita al programa. Era “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, la obra de cabecera del economista británico John Keynes. Mientras la apoyaba en la mesa, indicó a los camarógrafos que captaran la reacción del controvertido invitado quien, llamado a su juego, no tuvo reparos en calificarla de “basura”. “Estudié cinco veces ese libro, es un panfleto dedicado a la corporación política”, dijo después, enunciando tácitamente la primera forma de un concepto que lo catapultaría como fenómeno mediático y electoral: “Casta”. Ismael Bermúdez, reconocido economista y periodista económico, no demoró en salir al cruce de sus palabras. No le molestaba que rechazara los principios keynesianos, sino el uso de la palabra “basura” para calificarlos. Consideró que ese gesto encerraba “una falta de respeto”.
Bermúdez quizás advirtió por primera vez una irreverencia inusitada, los cimientos de una postura que ahora indigna y apasiona en una escala escalofriantemente mayor, pero que hasta entonces no había tenido corporalidad ni representantes en la escena mediática. “Hace diez años ser liberal era casi un insulto”, reconoció Milei durante la algarabía por el triunfo electoral. La pregunta que cabría hacer es qué cambió en ese tiempo para que ese proceso de reconversión semántica e ideológica encontrara el 13 de agosto su más firme e incontestable expresión.