Por Belén Romano
“Abrí puertas a descubrirme un poco más, a verme como un todo y a entender que lo que uno hace en su vida repercute en la salud”, comenzó diciendo Federico Bal en una conferencia de prensa online para los alumnos de periodismo de Tea. El joven actor fue diagnosticado con cáncer de intestino en marzo, y este jueves termina la primera etapa de su tratamiento con quimioterapia y rayos. Tendrá esperar dos meses para ver qué sucede con el tumor.
“La estoy peleando bien, estoy súper concentrado y enfocado”, afirmó Federico, y agregó: “Lo que más uno necesita en estos momentos es poder juntarse, tomar una cerveza entre amigos y hablar, llorar, abrazarse, y no lo tenés. Se hace medio difícil pero la verdad es que lo manejo bien con mi pareja, ella es una persona increíble y me acompañó mucho”. Tampoco puede ver a su mamá, Carmen Barbieri, pero aseguró que se siente bastante acompañado y que el amor en estos casos, aunque sea desde una videollamada, siempre está.
El actor afirmó que vivió “30 años equivocado”. “De pibe vi lo mucho que mis viejos se desesperaban por traer un mango. Mi viejo se sentaba en la máquina de escribir, en una hora armaba un guión y dos o tres personajes, y se iban los dos a las provincias en la Traffic. Producían todo ellos”, comentó Bal, y siguió: “Crecí con ese chip: si no trabajo dos semanas, siento que no sirvo para nada, me agarra una depresión. A veces eso me llevó a meterme en esta vorágine de siempre querer un poco más: si estoy en una obra, quiero filmar, después dirigir… y no disfruto nada del momento”.
El actor también contó que su enfermedad podría ser hereditaria, ya que tanto su abuelo como su padre la padecieron. “A mi abuelo se lo diagnosticaron con 50 años y murió, no había cura. A mi papá a los 39, lo operaron y lo superó, y a mí a los 30. Esto habla de que la enfermedad en mi familia, en mi sangre, se activa cada vez con más antelación”, afirmó, y agregó que, como se trata de un gen que puede o no activarse, lo primero que hizo cuando se enteró fue llamar a todos los “Bal chiquitos” para que se hicieran los estudios. “En esta etapa todavía no se sabe si estoy dentro del 30 por ciento de las posibilidades de no operarme o del 70 de las que sí”, dijo.
Felicidad y superhéroes
¿Qué es lo que hace feliz a Fede Bal? Esa fue una de las preguntas que le sacó una sonrisa al actor. “Hoy me hacen feliz las cosas simples”, comenzó diciendo, para luego enumerar: “Mi perro me hace muy feliz, me gusta leer un libro, tirarme en el pasto. Cuidar mi plantita de palta, tengo mi huertita también. Me hacen feliz los proyectos y me entusiasma entender que estoy todo el tiempo activo, que si el mundo para yo tengo que seguir porque tengo que reinventar mi profesión”.
Otra de las preguntas que lo divirtió fue qué superpoder le gustaría tener. Su respuesta sorprendió: “Haciendo un poco de alusión, Deadpool tiene cáncer y se cura. Yo juego un poco con ser Deadpool -dijo entre risas-, es más, tengo como foto de WhatsApp una que un amigo ilustrador me hizo como el personaje sacándome la máscara. Mi superpoder es no morir del cáncer”.
Los proyectos y el futuro
Fede Bal está viviendo una nueva etapa en la que no sólo está luchando contra el cáncer, sino que piensa nuevos proyectos. Hace poco debutó en radio con un programa todos los viernes en FM Late 93.1. “Es un programa donde nos reímos y hacemos notas. Por primera vez los portales levantan cosas mías que no son ‘la nueva novia de Fede Bal’, sino alguna linda nota que hice.”. Fede, a su vez, dijo que todo esto es parte de una búsqueda personal para salir del personaje que muchas veces lo pusieron con sus ex parejas.
Por otro lado, contó que está escribiendo una miniserie para Netflix que, a su vez, tendrá una obra de teatro como desprendimiento. “Si la gente no va al teatro, tengo que hacer que me vea en algún dispositivo desde su casa y que en el teatro se potencie cuando se pueda”, comentó antes de adelantar que se trata de “una comedia que muestra una relación de laburo de dos personas que son muy distintas, y eso lleva a una serie de problemas y discusiones laborales geniales“. “Habla también del mambo actoral, algo de lo que no se filmó mucho, qué pasa detrás del telón”.