B. Constanzo, E. Davreux, D. Aranda, A. Gaing y J. Medina
-¿Cuáles considera que fueron las medidas que desataron la crisis?
-Fue la adopción de la propia convertibilidad, sus características intrínsecas, el atraso cambiario generado por la apertura financiera y el endeudamiento. Esto provocó y agravó los déficit fiscal y externo de un modelo que desarticuló el aparato productivo. La crisis de Brasil de 1999, que generó una fuerte devaluación, hizo inviable la convertibilidad en la Argentina.
-¿Quiénes fueron los beneficiados con la convertibilidad?
–Los grandes ganadores fueron las empresas privatizadas y los bancos, además de las grandes empresas transnacionales. Pero los trabajadores, muchos de los cuales perdieron sus trabajos y otros sus ahorros, fueron los que más sufrieron con la crisis, junto con las Pymes, e incluso grandes empresas nacionales que dependían del consumo interno muy golpeado en los últimos años de la convertibilidad por la falta de políticas de crecimiento.
-¿Podría haberse evitado? ¿Con qué medidas?
-No había solución sin adoptar una salida de la convertibilidad que hubiese implicado un tipo de cambio menos atrasado y haber generar políticas de carácter productivo que mejoraran la situación fiscal y externa, asegurando así una mayor solvencia. El uso y abuso del endeudamiento externo sólo demoró el final de un modelo inviable. La convertibilidad quedó herida de muerte cuando los capitales especulativos externos e internos dejaron de entrar y salieron respectivamente de la Argentina.
-¿Cómo influyó el FMI en la crisis? ¿Qué responsabilidad tienen los bancos?
-El FMI fue uno de los principales responsables por haber estimulado y aplaudido el modelo neoliberal en 2001. Cuando asumió el presidente Bush, el FMI le soltó la mano al gobierno argentino con la nueva teoría del “moral hazard”, que promovió el gobierno republicano en el sentido de dejar de financiar a los países deudores. El principal responsable de la crisis fue el propio gobierno argentino que promovió y consintió el modelo neoliberal. La crisis arrastró a muchos bancos que tuvieron que ser rescatados por el gobierno argentino cuando estalló la crisis emitiendo deuda para mejorar sus balances, o sea, socializando las pérdidas.
-¿El Gobierno cometió un error al insistir con la convertibilidad? ¿Fue ese el eje de la crisis o hubo algo más?
–El Gobierno no pudo, no supo y no quiso cambiar un sistema inviable, mucho más aún por la gran crisis internacional de 1998 que indujo una fuerte salida de capitales de los emergentes. El país no tenía por el carácter procíclico de la convertibilidad, instrumentos de política para compensar la crisis internacional y los propios problemas estructurales del modelo.