Por Malena Hernández
El 15 de agosto de 1909, en el pueblo pampeano de Quemú Quemú, se creó la Comisión de la Asociación Italiana. Sus miembros fundadores, en los ratos libres, comenzaron a levantar el edificio de lo que en 1918 llegaría a ser el Cine Teatro Marconi. Cerrado desde fines de los 80, un grupo de vecinos lucha para que vuelva a abrir sus puertas.
Luego de aquellos primeros años gloriosos, la Comisión empezó a perder fuerza ya que sus integrantes envejecían y no eran reemplazados, hasta que en 1987 se quedó sin socios. La Municipalidad, entonces, cedió las instalaciones al Centro de Jubilados y Pensionados de Quemú Quemú. Lo alquilaba para fiestas y eventos, pero no continuó con la conservación del edificio y comenzaron a perderse cosas muy valiosas, como elementos de la cantina y las butacas. Luego de varios episodios de filtraciones, se terminó clausurando: el deterioro era tal que llegó un aviso de peligro de derrumbe.
En octubre del año pasado, un grupo de vecinos comenzó a rearmar la Comisión. “Una de las condiciones era presentar los balances viejos, pero hacía 31 años que nadie presentaba nada”, cuenta Alejandra Angelini, miembro actual de la Comisión. “Además de esos balances atrasados, el objetivo fue recuperar el padrón de socios para llamar a una asamblea con los miembros de hace 30 años y el grupo de apoyo”, explica. Los trámites fueron muy extensos, hasta que el 4 de julio de este año la Comisión logró convocar a una asamblea extraordinaria para aprobar y firmar el acta conjuntamente con la interventora judicial.
Uno de los principales obstáculos de la Asociación Italiana es el poder adquisitivo. Volver a conformarse como institución es muy importante para acceder a beneficios económicos, entre ellos los que otorga el Fondo para el Fomento de la Actividad Teatral Pampeana, creado a partir de la sanción de Ley Provincial del Teatro, en 2016. El Fondo se encarga de las contribuciones y subsidios a organismos públicos o privados con destino a la actividad teatral. Ese dinero sería de gran necesidad frente a las tareas de remodelación que se avecinan.
“Era un teatro con una acústica hermosa, piso de parquet y techo con molduras, pero hay que desarmarlo por completo”, afirma Angelini con nostalgia. “Se comenzó por restaurar el techo con dinero que se juntó haciendo pequeñas cosas, con donaciones de particulares y algún aporte provincial. La segunda parte es la instalación eléctrica nueva”, agrega.
Para celebrar los 110 años de la institución, el 3 de agosto se realizará un espectáculo para recaudar fondos. Se compartirá una paella gigante y habrá un show de tango en el Gimnasio Municipal de Quemú Quemú. “El grupo de apoyo está abocado a recaudar fondos que nos permitan restaurar este edificio de gran valor patrimonial”, dice la invitación de Facebook.
Sólo basta con preguntar sobre los domingos en el Cine Teatro Marconi a los padres y abuelos que viven o hayan vivido en Quemú Quemú para tomar dimensión de su importancia en la zona. Hoy el edificio sigue cerrado desde la clausura. La diferencia es que ahora hay un grupo de personas que lucha por recuperar y poner en valor el patrimonio cultural de Quemú Quemú.