Por Malena Hernández

Concluyó una nueva edición del Festival Nacional de Cine de General Pico, que durante una semana proyectó una treintena de películas argentinas e internacionales. La idea surgió de un grupo de personas especializadas en cine para concretarse en La Pampa, una de las provincias con menos salas en todo el país.

Los organizadores con los invitados.

El jueves 1º de agosto a la mañana, las puertas del Cine & Teatro Pico se abrieron para dar comienzo al Festival Nacional de Cine. Un concurrido encuentro de escuelas inauguró las actividades, creando así el clima de comunión que se buscó desde la primera edición.

Cine Gran Pampa y Cine & Teatro Pico, las únicas dos salas de la ciudad, fueron las protagonistas del festival durante una semana. El eje conductor fue la proyección de películas dentro de un espacio abierto a la sociedad y pensado como un encuentro con la cultura. La ceremonia inaugural fue pasadas las 20, y a partir de entonces decenas de películas desfilaron por las pantallas compitiendo dentro de tres categorías: Largos y Cortos Nacionales, y Cortos Regionales.

El público hace fila para ingresar al Festival.

Una de las características del Festival es la riqueza de sus charlas. En esta edición hubo un gran abanico de actividades especiales dictadas por personalidades destacadas del medio audiovisual. Por ejemplo, el taller de desarrollo de proyectos documentales a cargo del director y guionista Luciano Zito, y una charla sobre crítica con los periodistas Ezequiel Boetti y José Fuentes Navarro.

La novedad de este año fue la inauguración de la sección Retrospectivas. Para el debut se eligió a Esteban Lamothe, quien visitó la ciudad para presentar algunas de las películas más significativas de su carrera y dar una charla abierta. Lamothe recordó sus primeros pasos en la actuación y sus primeros trabajos en Buenos Aires: “Juntaba basura en barrios chetos, tipo San Isidro, y otros más humildes”, contó.

La quinta edición del Festival de Cine de General Pico llegó a su fin con una ceremonia de cierre en la que se dieron a conocer los ganadores de las diferentes categorías. La difusión en redes sociales y medios pampeanos es clave para que cada año se sumen más personas al festival, tanto del lado del público como también participando con producciones propias.

Sin lugar a dudas, el Festival Nacional de Cine de General Pico es uno de los eventos más importantes de la provincia de La Pampa, ya que, además de promover la cultura cinematográfica, defiende y reproduce valores de comunión e integración en la comunidad.

Las escuelas en acción

El Festival apuesta de lleno a la participación de los jóvenes y los niños. Docentes, alumnos y familiares tienen la oportunidad de compartir y exponer sus experiencias, fortaleciendo así el interés por el mundo del cine desde la infancia.

Me acerqué a estos encuentros hace tres años, cuando llegó una invitación al colegio para todos los profesores que estuvieran interesados en ir incorporando prácticas nuevas. Me interesó muchísimo ya que siempre trabajaba con la integración de lenguajes, y el cine es la disciplina artística que mejor integra y muestra esa fusión de lenguajes: la literatura, el guión, fotografía y actuación”, cuenta Alejandra, profesora de Comunicación Digital.

Las jornadas se extendieron por dos horas durante las que se proyectaron 14 cortos enviados previamente por el docente a cargo de cada grupo de alumnos. El presentador de cada corto hacía un análisis, y luego les cedía el micrófono a los autores para que contaran el proceso creativo. “Estuvo bueno poder ver trabajos de otro colegios, teniendo en cuenta que todos eligieron formas de trabajo diferentes”, cuenta una de las alumnas autoras de un corto proyectado.

Niños y niñas de todas las escuelas primarias y secundarias de la ciudad participaron del Festival.

Los “Encuentros escolares” revisten especial importancia desde la primera edición, ya que propician un espacio de diálogo y análisis para todas las instituciones educativas que deseen participar. “El cine es apasionante, y asomar la nariz a ese mundo mágico donde todo es posible es simplemente maravilloso”, cierra Alejandra.