Por Joan Lesta Rodríguez

El liberalismo en Argentina encontró en este año electoral, como no lo había hecho nunca antes, un representante que busca reflejar los valores de esta ideología: el Frente Despertar. Aunque el 2,15 por ciento de votos obtenidos en las PASO y el 1,48 por ciento en las elecciones generales del domingo son cifras menores a las que auguraban las encuestas, el Frente Despertar ganó el derecho de presentarse como una alternativa. Esta aparición en el escenario político nacional es consecuencia no sólo de un contexto favorable para el surgimiento de nuevas voces, sino también de la articulación de los militantes más jóvenes en organizaciones como la Agrupación Liberal Alberdi (ALA), la Juventud Liberal y en el Departamento Académico, creado por el Partido Libertario, que reúne a estudiantes de diversas universidades.

Si bien los resultados en las urnas no reflejan lo declarado por José Luis Espert, candidato a presidente por el Frente Despertar, quien aseguró que en el rango etario de 16 a 30 años son el espacio más votado con el 31 por ciento, por encima de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, el acercamiento de sectores de la juventud a los espacios liberales es innegable. Matías Rosales, miembro de la junta promotora, vocal, coordinador de territorio del Partido Libertario y militante del Frente Despertar, comenta: El 60 por ciento de los afiliados al Partido Libertario está dentro del rango entre los 16 y los 25-27 años.”

La mayoría de los jóvenes afiliados o afines llegaron a las ideas liberales por un camino en común: la figura de Javier Milei. El economista ha tenido mucho lugar en los medios masivos de comunicación que, junto a las redes sociales, ayudaron a difundir esta ideología en Argentina. Milei logró llamar la atención de los jóvenes por su discurso irreverente, su sobreexposición mediática, su imagen desprolija y su manera simple de explicar los conflictos económicos que afronta la Argentina en la actualidad.

Matías Stajilevich, referente liberal de la Comuna 6, se refiere al fenómeno generado por Milei: “Claramente, él es el que envuelve toda esta bola de liberalismo en la gente joven. Esa gente que empieza a hablar, que antes no se metía en política y que no entendía nada de economía y que estaba ahí, iba a trabajar y no sabía cómo eran sus impuestos, no sabía qué hacía ni nada, creo que Milei abrió un poco la cabeza de toda esa gente. A esto, Matías Rosales agrega: “Milei es una persona que con las formas transmite esa irreverencia, transmite incluso la bronca que sentimos todos los argentinos día a día con lo que sucede en el país”.

Una de las premisas fundamentales del liberalismo es la libertad de que cada individuo realice lo que quiera en la esfera de su privacidad, mientras que no afecte a terceros. Esto genera que la juventud liberal sea heterogénea en cuestiones sociales, encontrando en ella opiniones variadas e incluso hasta antagónicas, sobre diversos temas como, por ejemplo, la legalización del aborto, la tenencia de armas de fuego y el uso de drogas. A pesar de esto, la imagen de Milei y de Espert parece haber logrado captar y reflejar los principales sentimientos que los jóvenes que se perciben liberales suelen expresar hacia la política y la economía: el hartazgo hacia la dirigencia política, la decepción, la curiosidad por querer entender los problemas económicos que afronta la Argentina y un cierto rasgo antisistema. Tomás Santolín, responsable de la juventud del Frente Despertar, comenta: “Hoy en día lo antisistémico es el liberalismo. Es decir, el sistema argentino está tan corrido hacia la izquierda que lo que realmente es antisistema y disruptivo es lo liberal y, en ese sentido, creo que la juventud suele tener alguna preferencia por lo antisistémico, por romper con lo establecido”.

Este crecimiento entre la juventud presentó un problema al movimiento liberal: La representación del liberalismo en la juventud no existe. Es difícil, porque hay un discurso planteado de que el liberalismo es malo, entonces cualquier grupo que trate de armarlo va a ser atacado”, explica Maximiliano De’Gyldenfeldt, coordinador académico del Partido Libertario y militante del Frente Despertar.

Debido a esta falta de representación, se impulsó desde el Partido Libertario la creación de un Departamento Académico, que intenta ser el aparato representativo de los estudiantes liberales en las universidades y los colegios secundarios. Este espacio busca contener, relacionar e impulsar la ideología liberal, relacionando a estudiantes, profesores y egresados, intentando introducirse en la lucha por los centros de estudiantes. De’Gyldenfeldt busca ser el nexo que una a esos diversos actores: “El departamento se ocupa de servirles a estas agrupaciones con todo lo que necesiten. Buscar información, armarles las campañas políticas, hasta las cosas sencillas como folletería, banners y demás”.

A este departamento se suma el accionar de organizaciones juveniles como ALA y la Juventud Libertaria, que también tienen el objetivo de consolidar una representación estudiantil libertaria. ALA logró constituir una agrupación de estudiantes en la Facultad de Económicas de la Universidad de Córdoba, obteniendo el cuarto puesto en las elecciones por el centro de estudiantes. Y la expansión continúa: lograron instalarse en las facultades de Medicina y Económicas de la Universidad de La Plata. En cuanto a la presencia en la UBA, Matías Rosales explica: Estamos trabajando para generar centros de estudiantes, hoy por hoy estamos trabajando en Económicas. Ya conseguimos presentar los papeles para formar este centro, tenemos un grupito de chicos que están interesados en ayudarnos y ya tenemos una mesa dentro de la universidad”. Para el próximo año esperan “estar instalados en Económicas y ya estar en la Facultad de Derecho”.

El desembarco en facultades de ciencias económicas no es casualidad, explica Rosales: “Entendemos que ahí hay un núcleo de liberales muy fuerte, del lado económico, a los que es mucho más fácil llegarles con nuestras propuestas o nuestras ideas. Como Partido Libertario defendemos en gran medida ideas económicas y es mucho más fácil explicarlas y convencer a los jóvenes que estudian economía que a estudiantes de otras universidades.

La irrupción de los jóvenes liberales organizados en la vida universitaria podría generar conflictos con las agrupaciones estudiantiles que se encuentran instaladas desde antes, en primer lugar debido al poder que hay en disputa entre los aspirantes a gobernar el centro de estudiantes: “El centro que gobierna una universidad maneja la caja, la caja de fotocopiadoras, la caja de la universidad”, explica Rosales. En segundo lugar, estos enfrentamientos surgirían, sostienen, debido a las reivindicaciones del liberalismo, enfocadas principalmente en la transparencia del manejo de los recursos de los centros y de los procesos electorales.

A este crecimiento que ha tenido el Frente Despertar en el año electoral se le presenta acaso un solo obstáculo: la falta de referentes de este espacio por fuera del marco económico. Agustín Echevarne, Espert, Milei, e incluso figuras menos reconocidas como Jeremías Morlandi, candidato a legislador de CABA por el Frente Despertar, son todos licenciados en Economía que fallaron en expandir la representación a sectores más amplios, que abarquen reclamos de la juventud como la discusión por la legalización del aborto o el reclamo por una mayor participación de los jóvenes en la política. Esta falta de representatividad y de exposición de ciertos temas puede, en algún sentido, explicar el resultado por debajo de las expectativas obtenido en las elecciones.