Por F. Cabezas, D. Giulietti y A. Ali
La pandemia obligó a los gobiernos de todo el mundo a modificar sus agendas e incluir restricciones, cierres repentinos, provisión de vacunas y cambios en los calendarios electorales. Distintos países han elegido autoridades en 2020, y otros lo harán durante 2021. En la Argentina están previstas las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para el 8 de agosto y las generales legislativas, para el 24 de octubre, aunque la fecha y la modalidad están en discusión.
“Un tercio de las elecciones a nivel mundial debieron posponerse y en algunas pocas situaciones tuvieron que suspenderse”, afirmó el doctor en Ciencias Políticas Facundo Cruz. Respecto de los procesos, se modificó la manera en que los electores emiten su sufragio. Fue así que apareció el concepto “special voting arrangements” (“arreglos especiales de votación”), que trajo nuevas formas de votar, como por ejemplo a través del correo, el voto anticipado y las urnas móviles. Estados Unidos, Chile e Italia son tres países que reflejan esta situación.
Estados Unidos batió récords en pandemia
El país del norte tuvo elecciones presidenciales el 3 de noviembre, tal como estaba previsto. El calendario electoral se definió poco después de su independencia y se ha mantenido hasta la actualidad, más allá de que el ex presidente Donald Trump había sugerido modificarlo.
Sí cambiaron los discursos y las plataformas electorales. “La pandemia fue central porque no sólo afectó la salud, sino también la economía. La desocupación pasó del 3,5 al 14,7 por ciento, por lo que los estadounidenses se preguntaban de qué manera saldrían de ese pozo económico”, afirmó el periodista argentino radicado en Estados Unidos Adrián Sack.
Sin embargo, hubo un récord histórico de votantes, con un 53 por ciento de los sufragios emitidos de manera adelantada por correo. Una modalidad que ya existía en el país, pero nunca había sido tan útil como en 2020. “Se estimuló el voto por correo y el presencial por adelantado para prevenir contagios. La gente podía ir a lugares abiertos habilitados y emitir el sufragio con máquinas o en urnas, siempre con un sistema muy controlado”, explicó el corresponsal.
Chile tendrá una nueva Constitución
El 25 de octubre de 2020 se llevó adelante un plebiscito para decidir si la Constitución de 1980, redactada y aprobada bajo el régimen militar de Augusto Pinochet, debía ser modificada. Votaron más de siete millones de personas. El 77 por ciento fue por la opción de una nueva Carta Magna y que el órgano encargado sea elegido por la ciudadanía.
El resultado de un amplio acuerdo firmado en el Congreso se realizó el 15 de noviembre, en medio de una serie de protestas y manifestaciones pacíficas, con miles de personas saliendo a las calles bajo los lemas “Chile despertó” y “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Las elecciones de los convencionales constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales se postergaron al 15 y 16 de mayo debido a la gran suba de contagios. Decidieron separar la votación en dos días para un mayor cuidado y promover el compromiso de la mayoría de los chilenos, en un país que históricamente tiene cerca del 50 por ciento de participación en los comicios electorales.
Además, la reforma constitucional movió otros eventos electorales de este año, como la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores para el 9 de mayo y las primarias presidenciales para el 4 de julio.
Italia: elecciones, coronavirus y los problemas de siempre
El país europeo enfrentó dos comicios simultáneos en septiembre de 2020: elecciones regionales y un referéndum constitucional. Este último debía llevarse adelante en marzo, pero fue pospuesto hasta el 20 y 21 de septiembre.
Durante la campaña, la derecha italiana utilizó el miedo de que la llegada de inmigrantes ilegales generara una nueva ola de casos de covid-19. Sin embargo, Federico Larsen, periodista y autor del podcast La Vía, sobre historia, cultura y política italiana, mencionó que “los partidos vinculados a los intereses industriales se opusieron a continuar las medidas sanitarias“. “Por esto hubo interferencia en los posicionamientos. El debate electoral pasó por la situación económica y la relación con la Unión Europea“, contó.
Desde el oficialismo italiano, una coalición de centroizquierda, debieron defender la gestión de la pandemia y lidiar con las presiones para moderar las políticas sanitarias. Durante los comicios, que no eran obligatorios, los ciudadanos debieron ir con barbijo y alcohol en gel a los centros de votación preparados para la ocasión.