Por Leandro Imai
Lucila Latorre llega al estudio a las 12.30, una hora y media antes de que empiece la grabación de las dos emisiones diarias de “100 argentinos dicen”. En ese lapso, la productora arma los papeles que tendrá el conductor Darío Barassi, un material previamente realizado por los guionistas y chequeado por el productor ejecutivo, con quien está constantemente conectada para recibir indicaciones y reportar novedades. Además, se encarga de armar los llamados “PNT” (publicidad no tradicional) para grabar antes del programa.
“El día de trabajo es bastante intenso, hay mucho para hacer en la previa y durante la grabación“, cuenta. Antes de empezar a grabar, baja al piso y chequea que todas las pantallas y los pulsadores funcionen. Luego, con la luz roja ya encendida, sigue todo el tiempo el cumplimiento del guion. “Es una parte en la que hay que estar muy atenta. Puede haber errores con una familia y con el orden de las preguntas o participantes que van a los pulsadores”, agrega.
Latorre tiene un largo recorrido en la industria audiovisual. Desde que se recibió como productora integral de televisión en Tea Imagen, trabajó en Canal 7, ESPN, Fox Sports y, ahora, en El Trece. Durante sus años en Fox, fue coordinadora de producción en Nunca Es Tarde (NET), donde compartió más de tres años con Darío Barassi y consolidaron una amistad.
La relación llegó a su punto máximo con la entrega de “100 argentinos dicen”, donde la conexión entre conductor y productora traspasa la pantalla, provocando un clima único entre el programa y el televidente. “Con Darío nos conocemos mucho. A veces solo con miradas nos entendemos, y eso para trabajar es fundamental. Laburar con él es lo mejor de todo”, cuenta. Si todo buen proyecto televisivo consta de una buena producción, el otro ingrediente para la receta del éxito es tener un/a buen/a conductor/a. “La clave del programa es Barassi, que tiene una impronta que hace que la gente se enganche, se divierta y siga el programa”, opina Latorre.
“100 argentinos…” utiliza el recurso de darle protagonismo a quienes se encuentran detrás de cámara, generando una diferencia con otros programas de entretenimiento. “La interacción durante el programa surgió de a poco. Es un ida y vuelta que encontramos y resulta divertido para nosotros y el público. Trabajar en un programa tan exitoso me llena de orgullo y felicidad. De todas formas, el éxito puede suceder o no, aparecer y desaparecer. Obvio que los números (de rating) me encantan, no voy a mentir”, reconoce la productora.
El programa cumple dos años el 24 de agosto, y Lucila espera que sean muchos más. “Producir es una pasión, me gusta mucho coordinar los pisos de los programas y la adrenalina que se vive en el día a día. En este momento, es uno de los mejores proyectos en los que estuve. Hay un equipo muy lindo con el que nos apoyamos mucho”, culmina.