Por Marco Palazzo

Tenemos que empezar a pensar qué tipo de derivados de cannabis pueden ser destinados a la alimentación humana. Nosotros también vamos a tener que establecer condiciones para ese tipo de producción. En eso ya estamos trabajando, sabiendo que está a la vuelta de la esquina”, consideró el director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa, Alejandro Fernández, durante una charla con periodistas en la Exposición Rural de Palermo, en la que analizó el porvenir del cannabis en alimentos. El ingeniero agrónomo lidera el área del ente estatal encargado de controlar y verificar el cumplimiento de los procesos de elaboración de alimentos tanto de la cadena animal como vegetal.

Gracias a la promulgación este año de la Ley de Cannabis y Cáñamo para uso industrial, surge la cuestión de cómo el Estado certificará la venta de insumos derivados de esta planta psicoactiva en el caso de alimentos que los contengan. En base a la posibilidad de autorizar la importación y producción de insumos con marihuana, Fernández observó que en países como Estados Unidos, Países Bajos y Canadá los comestibles de cannabis ya son legales. Entre los principales alimentos y bebidas derivados de la planta se encuentran infusiones (té), tortas, galletitas y brownies.

Respecto del control del proceso de elaboración, remarcó: “El cannabis es un vegetal y hay que preservar su sanidad. Probablemente los productores de cannabis, que no son solo los de Jujuy, utilizarán algún producto fitosanitario para controlar alguna plaga u hongo. Eso va a tener que estar registrado en Senasa, donde hay un área que es la de agroquímicos que inscribe ese tipo de productos”. También sostuvo que tarde o temprano los alimentos derivados de cannabis van a estar en la mesa de los argentinos. Lo vamos a tener que contemplar. Es una cuestión más que relevante”, subrayó.

A raíz de esta tendencia mundial del consumo de marihuana, la Argentina no se quedó atrás. Ya son cincuenta los países que legalizaron el uso medicinal e industrial de este psicoactivo. Aquí fue durante el gobierno de Alberto Fernández, quien promulgó en mayo de 2022 la Ley de Cannabis y Cáñamo para uso industrial. El Gobierno proyectó que permitirá crear 10 mil puestos de trabajo en los próximos diez años.

La norma establece un marco regulatorio para el cultivo de la planta y la producción de productos derivados con fines medicinales y terapéuticos. No obstante, desde el Senasa se preparan para contemplar la posibilidad de que se empiece a producir alimentos con marihuana en el país.

Actualmente, la plantación más grande de la Argentina se encuentra en Jujuy, con 35 hectáreas gestionadas por la empresa estatal Cannava. Este cannabis se destina únicamente a la producción de aceites farmacéuticos.