Por Eugenia Arribas
Serigrafías, grabados, esculturas, dibujos e instalaciones audiovisuales inmersivas se combinan en la presentación de más de 70 obras autenticadas por el grafitero Banksy y prestadas por sus respectivos coleccionistas para la muestra “Banksy: Genius or Vandal?”. Abierta de martes a domingo hasta noviembre y con entradas a tres mil pesos, no cuenta con la autorización del artista, por lo que lleva el sello de “No oficial”.
“Banksy es un artista que nos está trolleando todo el tiempo“, dice un cartel a la entrada de la muestra que ya se presentó en Nueva York, Las Vegas, Bruselas, Madrid, Barcelona, Milán, Lisboa y Tokio, entre otras ciudades. Videos proyectados en 360º repasan su historia, desde sus comienzos en Bristol a principios de los noventa hasta los momentos importantes de su carrera, como cuando ingresó a Disneyland una figura disfrazada de un prisionero de Guantánamo. Las obras están en varias salas divididas por ejes temáticos, y es necesaria la ayuda de lentes 3D para mejorar la experiencia de los videos y fotografías.
Toda la exposición se puede acompañar con una aplicación de audio para teléfonos que va explicando de qué se trata cada trabajo. Algo fundamental, porque en el caso de Banksy el contexto es casi tan importante como la obra. “Toda la muestra está acompañada por las citas de Banksy, lo que expande la llegada de la obra y habilita a mucha más gente a disfrutarlo”, afirma Lucía Miceli, jefa de prensa de la productora DG Experience, encargada de traer la muestra al país.
¿QUIÉN ES BANSKY?
No se tiene mucha información sobre el artista. Solo se conoce el seudónimo y la fecha aproximada de nacimiento, estimada entre 1973 y 1974. Banksy oculta su identidad real a la prensa general, a la policía y a sus seguidores, pero esto no impidió que cada cierto tiempo se publiquen teorías sobre su verdadera identidad.
Su trabajo incluye piezas satíricas y críticas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias, en las que combina la escritura con grafittis, estarcidos y plantillas. También es conocido por haber entrado disfrazado a famosos museos de todo el mundo, como el Tate Modern de Londres o el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, para colgar algunas de sus obras de manera clandestina.
Edición: Eugenia Arribas y Leticia Arieta