Por Emma Coria Maiorano (@emma_coria)
“Vamos a desaparecer y perder no sólo nuestra soberanía cultural, sino también muchos puestos de trabajo”, dice Paula Orlando, productora de cine e integrante del Colectivo de Cineastas. En mayo pasado, la agrupación convocó a una marcha para denunciar el desfinanciamiento por parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y para exigir que las plataformas de streaming aporten un tributo al Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC), reclamos que aún continúan sin solución.
La comunidad audiovisual se manifestó el 22 de mayo en la puerta del INCAA en el marco de una reunión del Consejo Asesor, a la cual fue convocado el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, quien se comprometió a trabajar de forma inmediata para atender la problemática del financiamiento del cine nacional. Sin embargo, Orlando explica que, desde ese, día el ministro no se volvió a comunicar y que el Colectivo sigue esperando una solución.
En 2022 el cargo de director del INCAA era ejercido por Luis Puenzo, quien renunció al puesto debido a las repercusiones generadas por su intención de impulsar un proyecto cuyo objetivo era reducir los fondos estatales a las películas nacionales. Esta situación tuvo como solución posteriormente la aprobación del Plan Estratégico del INCAA hasta el 2026, que tiene como finalidad “establecer una guía de acción para la administración de los fondos del mismo”, según explica el Informe de Gestión del 2022. “El plan estratégico no generó un cambio en cuanto a la situación económica del instituto porque no hemos logrado engrosar los fondos”, contó la productora de cine.
El Costo Medio, monto del presupuesto promedio por el que se rigen los subsidios a la industria audiovisual, quedó estipulado en 70 millones de pesos a partir del Plan Estratégico, en noviembre de 2022. Los créditos son otra herramienta para fomentar el cine nacional pero, en el último año, cayeron rotundamente los fondos destinados. Según datos oficiales que surgen como respuesta a un pedido de acceso a la información pública, en 2019 el INCAA prestó más de 13 millones de pesos, mientras que el año pasado fueron 135 mil, lo cual evidencia una diferencia significativa y perjudicial para el cine argentino.
Frente a la situación, Orlando considera que, como medida urgente, es necesario garantizar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) para asegurar el funcionamiento del instituto. Además, como se mencionó, el Colectivo de Cineastas solicitó que las plataformas de streaming paguen un tributo al Fondo de Fomento Cinematográfico, que ha disminuido debido al incremento del consumo de contenido audiovisual a través de estos medios. “Hoy, gran parte del contenido audiovisual se consume a través de plataformas que no tributan al Fondo de Fomento Cinematográfico, entonces actualmente tenemos una recaudación cada vez menor y una inflación cada vez mayor”, explica Orlando.
“En los últimos años, el INCAA ha reducido su capacidad para producir películas. Hoy, no sólo estamos atravesando una fuerte crisis económica que pone en juego la cantidad de películas que puede realizar el instituto, sino que la mayoría de los largometrajes que se están llevando adelante se realizan de manera cada vez más precaria: los fondos resultan más escasos, se reducen las semanas de filmación y se achican los guiones. Cada vez son menos lxs que tienen acceso a la producción de películas”, concluye Orlando, y agrega que, si no hay medidas urgentes, quienes van a poder ver películas en un futuro serán únicamente las grandes empresas. El INCAA no respondió a las consultas sobre cómo tiene pensado accionar frente a la situación de emergencia que enfrenta el cine de producción nacional.