Por Camila Mitre

La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas emitió su voto a los 93 años. Aunque no dio un mensaje al público en ese momento, luego, desde su casa, dedicó unas palabras a través del colectivo de comunicación La Retaguardia: “Quise votar porque mi voto era necesario. Voté con la certidumbre de que queremos defender la democracia y la justicia social. El país está muerto de hambre, no hay trabajo, la gente está desesperada. Yo no quiero eso para mi país, quiero un pueblo feliz”.

Norita, como es conocida en el campo popular, es madre de Carlos Gustavo Cortiñas, que fue detenido y desaparecido en Castelar, Buenos Aires, el 15 de abril de 1977. Es una defensora constante de los derechos humanos en la Argentina. Su activismo se ha centrado en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en la Argentina (1976-1983). Su militancia también se vincula con la construcción de la memoria histórica. Un esfuerzo por recordar y visibilizar los abusos del pasado contribuye a evitar la repetición de eventos traumáticos y a consolidar una sociedad que aprende de su historia.

Su presencia resulta infaltable en cada lucha que el pueblo disputa en las calles: desde causas injustas que atentan contra los trabajadores, como la detención de los petroleros de Las Heras en 2006, donde se los acusó de haber asesinado a un policía en una manifestación (causa por la que fueron absueltos en 2019); hasta las marchas anuales por la conmemoración del 24 de marzo y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia; e incluso con las últimas manifestaciones que denuncian el genocidio del pueblo palestino en manos del Estado de Israel.