Por Ailén Brizuela y Santiago Piro

La directora y escritora Camila Fabbri presentó su ópera prima, “Clara se pierde en el bosque”, en el cine Gaumont y en la plataforma CINE.AR. El film se basa en su novela “El día que apagaron la luz”, que reúne testimonios de sobrevivientes de la masacre de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, durante un recital de la banda Callejeros, que enlutó al mundo del rock: hubo 194 muertos y 1.432 heridos.

La película narra la historia de Clara, una sobreviviente de Cromañón, interpretada por Camila Peralta. Retrata su vida luego del drama que le tocó vivir, su relación con la maternidad y su entorno social. El presente de Clara se alterna, en el film, con imágenes de VHS de la época en que ocurrió la tragedia.

La idea principal de la directora fue realizar un ejercicio de introspección y retrospección por medio de la protagonista, quien a lo largo de la película se reconciliará con su pasado, con el afán de superar sus traumas en la búsqueda de un futuro mejor.

La película no hace hincapié en el incendio de Cromañón, sino que se centra en las secuelas que dejó en los sobrevivientes, que intentan seguir adelante luego de un episodio tan difícil de sobrellevar. El largometraje concluye con la canción “El rey”, de Intoxicados, con especial énfasis en la frase “cuando consigas estar a solas con vos, vas a ser el rey de un nuevo reino que recién se levantó”.

El en libro que inspiró la película, “El día que apagaron la luz”, Camila Fabbri reunió testimonios de allegados que estuvieron en Cromañón el fatídico 30 de diciembre de 2004. Se trata de una novela de no ficción que retrata la adolescencia “rolinga” característica de la época y las consecuencias a nivel psicológico y social que provocó la tragedia.

Clara se encuentra desconectada de su vida actual, revive su juventud a lo largo de la película, expresa la nostalgia por medio de la música, recuerda los lugares donde fue a ver a sus bandas favoritas, su identidad con los sueños de los jóvenes de los años 2000. Sus recuerdos como “rolinga”, el goce y la nocturnidad, la sensación  de ser joven y sentirse revolucionaria, la relación con sus amigos de toda la vida. Su juventud quedó marcada por Cromañón, al punto de que tuvo miedo de que todo pudiera repetirse en los recitales a los que fue después, la negligencia del Estado, de los dueños del boliche, de los músicos y de los que llevaron las bengalas.

La falta de conexión de la protagonista representa la pérdida de su identidad en su adolescencia, la falta de identificación con sus pares, la falta de solidaridad y hasta cierta complicidad de una sociedad que los dejó sin nada, incluso culpándolos por lo sucedido.

La directora expone a la perfección lo que significa ser mujer y envejecer. Clara se ve constantemente bajo el mandato familiar de ser madre, lo que le genera una incomodidad casi paralizante, que la ahoga en un mar de dudas.

La película es un viaje en donde la identidad, el miedo al futuro y la melancolía se unen para mostrar las consecuencias de la Argentina de principios de siglo, cuando la juventud se encontró en un abismo del que le costó mucho salir.

Distribuida por Cinetren, una agencia con sede en Buenos Aires enrolada desde hace más de una década en el cine independiente latinoamericano, la cinta dura 83 minutos y está protagonizada por Camila Peralta, Julián Larquier Tellarini y Agustín Gagliardi.