Por Inés Kremer

La sociedad está cambiando y ningún espacio es la excepción: las pibas también llegaron a las canchas de fútbol. Hasta hace pocos años, si una mujer quería jugar al fútbol era juzgada y criticada. Hoy, a pesar de las miles de trabas, la Selección Argentina está compitiendo para clasificar al Mundial 2019 y cada vez hay más torneos e iniciativas para difundir lo que las mismas jugadoras definen como fútbol feminista. Lo definen así porque incluye todas las feminidades y personas trans, dentro y fuera de la cancha.

La Selección de fútbol femenino entró en repechaje para clasificar al Mundial de Francia 2019. Sin embargo, su panorama no es muy favorable. A pesar de que mejoró en relación a otros años, la diferencia con el fútbol masculino, tanto económica como social, es abismal. Y se nota simplemente en el nombre por el cual todos conocen el deporte. Si se dice “fútbol”, nadie duda: se está hablando del fútbol de hombres. Para hablar del de mujeres hay que hacer la aclaración.

 

Por otro lado, hasta hace dos años la Selección no competía profesionalmente. Cuando se jugaron los partidos que definían la clasificación inmediata del equipo, los viáticos fueron mínimos y la preparación muy pobre. Así y todo, los resultados fueron buenos. No es poco.

Las diferencias no son tan amplias en el fútbol amateur, que está creciendo cada vez más. Hay muchos torneos de fútbol cinco alrededor de Buenos Aires y uno muy conocido de fútbol ocho llamado TIFA FEMENINO. Fue creado por Diego Michellini, un ex-árbitro de AFA y organizador de TIFA, y se trata de un torneo de fútbol masculino que existe desde 2011. En 2016 lanzó una versión dedicada al fútbol femenino que en agosto último comenzó su cuarta ronda.

Como idea, sin embargo, había surgido ya en 2012. Ese año se hizo un primer intento de fútbol cinco que tuvo que finalizar a mediados de 2013 por falta de equipos. “Todavía no estaba instalado y aceptado socialmente”, explica Michellini. Él considera que las diferencias son más que nada psicológicas. “El varón toma el fútbol como un acto de sometimiento hacia el rival, una instancia para demostrar que es superior, a toda costa. En el femenino jamás pasa, el fin es más lúdico, de esparcimiento y con ánimos de pasar un buen momento más allá del resultado”. Para él, el auge del fútbol femenino se corresponde con nuevas aceptaciones sociales.

Por otro lado, muchas mujeres están dando una perspectiva feminista al fútbol y se comprometen con su difusión. Jose Nico es una antropóloga que decidió retratar futbolistas feministas y hacer con sus fotos un álbum de figuritas. Su idea surgió al retratar los equipos del Torneo Mafalda, en el que ella juega. Comenzó porque quería ver la proyección social de todos los equipos, acompañados por un testimonio particular de cada jugadora, y para que las chicas del torneo se conozcan entre sí. Luego sumó a las jugadoras del torneo La Liga, una competencia que arrancó en la Villa 31 y actualmente creció a otros barrios. Cada futbolista dio su propio testimonio. Varias dijeron que ven el fútbol como una herramienta de empoderamiento y como un espacio recuperado.

(¡ATENCIÓN! Un click en cada imagen permite descubrir la del reverso)

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