Por V. Herraz, E. Rodríguez, S. de Inza y N. Antiporovich
Jorge Luis Borges, el escritor que rebautizó su ciudad natal con su Fundación Mítica de Buenos Aires, sigue presente en muchos rincones porteños. En el transcurso de su vida -que incluyó desde visitas infantiles al Jardín Zoológico hasta habituales caminatas por la avenida Callao junto a su colega y amigo Adolfo Bioy Casares- recorrió la mayoría de los barrios de la ciudad que amó y donde dejó su huella para siempre.
Tucumán 838
El creador de “El Aleph” nació en Tucumán 838, en el barrio porteño de San Nicolás. Allí, en una casa con patio y aljibe de la que no queda resto alguno, Leonor Acevedo Suárez llamó a su hijo “Georgie” por primera vez. En el solar hoy se levanta un edificio moderno con ventanales de vidrio y oficinas amplias.
Serrano 2135 (actual calle Borges)
En esta casa el escritor pasó gran parte de su infancia. Se trata de una pintoresca vivienda familiar de ladrillo y ventanas amplias que, en la actualidad, se conserva en muy buenas condiciones, con apenas un detalle: en un local que ocupa un sector de la propiedad, hoy funciona una peluquería.
Esmeralda 264
A su regreso de Ginebra (Suiza), Borges se alojó en el Hotel Du Helder, ubicado en la calle esmeralda al 200. Asimismo tuvo un paso fugaz por otra casa de hospedaje en Bulnes 2216, Palermo. Luego, tras su segundo retorno de Europa, recaló en el Hotel The Garden, Callao 950.
La juventud de Georgie estuvo signada por varias mudanzas. De los hoteles, pasó a una casa en avenida Presidente Manuel Quintana 222, en el barrio de Retiro,y de allí, al quinto piso de un edificio en Pueyrredón 2190, que aún mantiene destellos de su antigua fachada.
Avenida de Mayo 1333
En 1933, Natalio Botana, director del legendario diario Crítica, le ofreció a Borges un espacio como director de la revista de los sábados junto con Roberto Arlt. Borges no dudó. El emblemático edificio del periódico en Avenida de Mayo 1333, cerca del Congreso Nacional, fue otro de los lugares que frecuentó.
El trabajo le brindó más espacios y, durante la misma época, asistió también a la sede de la Editorial Heynes, en la esquina de Río de Janeiro 300, en el barrio de Caballito que, con su larga y esférica cúpula, deslumbraba a quienes paseaban por allí. De aquel elegante edifico solo se conserva en la actualidad la planta inferior.
Anchorena 1672
La muerte de su padre resultó un golpe duro para su familia y en 1938, Borges se mudó con su madre, su hermana y su cuñado a Anchorena 1672. Décadas más tarde, en el lote vecino (Anchorena 1660), la viuda del escritor, María Kodama, inauguró la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
El famoso escritor se repuso de forma rápida y se consiguió un trabajó más cerca de los libros que eran su pasión. La Biblioteca Municipal Miguel Cané, en Carlos Calvo 4319, sería su nuevo hábitat literario. Allí conoció a Estela Canto, uno de sus grandes amores (y causante también de uno de sus mayores fracasos sentimentales).
Pero muy pronto la Biblioteca de Carlos Calvo le resultaría chica en comparación con su próximo destino laboral: la Biblioteca Nacional. Un Borges ya más maduro desembarcó en el edificio ubicado en México 564, barrio de Monserrat, donde vivió una etapa de gran felicidad, ya que en el año 1956 recibió el Premio Nacional de Literatura.
Maipú 994
El recorrido de Borges continuó y el próximo espacio al que llamó “hogar” fue el sexto piso del edificio de Maipú 994, casi esquina Marcelo T. de Alvear, donde hoy puede verse una placa que recuerda que allí vivió el gran escritor argentino.
Los amores de Borges también lo llevaron a descubrir nuevos lugares, entre ellos, la casa de Elsa Astete Millán, en avenida Belgrano 1337. La mujer, de 57 años, contrajo matrimonio con el escritor pero solo vivieron juntos tres años. Después de separarse, Borges regresó a su departamento de Maipú y Marcelo T. de Alvear.
Grand Rue 28, Ginebra
El último hogar del argentino no estuvo ubicado en su país natal sino en un departamento del 28 de la Grand Rue en Ginebra, que compartió con su última pareja, María Kodama, hasta el día de su muerte.