Por S. Manzoni, C. Hernández Brondo, T. Glimberg, M. Alaniz, C. Niñe y A. Longhi

Raquel Vivanco –presidenta del Observatorio “Ahora que sí nos ven” y referente del movimiento feminista, popular y disidente Marea Verde– habló con Publicable sobre su militancia y la intervención de las mujeres dentro de la política patriarcal.

–¿Cómo llegó a la militancia feminista? ¿Hubo un episodio concreto que la haya motivado?
–Mi militancia comenzó a los 17 años, en Córdoba –donde nací–, en un espacio de izquierda nacional y popular. El feminismo todavía no era parte de mi lucha, pero sí buscaba una sociedad más igualitaria. Cuando me vine a vivir a Buenos Aires después de la crisis de 2001, las organizaciones sociales que empezaron a crecer estaban compuestas por mujeres, y empezamos a ver cómo le dieron respuesta invasiva a las necesidades de los sectores más postergados. El feminismo comenzó a ser parte de una mirada nueva en mi militancia en 2006, cuando con un grupo de compañeras tuvimos una experiencia de gestión dentro del primer gobierno de Néstor Kirchner, en el Programa de Fortalecimiento de Derechos de las Mujeres Juana Azurduy.

–Las políticas con perspectiva de género tomaron más peso en los últimos años y, a raíz de eso, se abrieron varias entidades de protección y amparo a las mujeres. ¿Estas políticas fueron bien implementadas?
–Uno de los principales puntos del Plan Nacional de Acción de 2017 era la creación de refugios para mujeres en situación de violencia de género en cada provincia. Pero sigue siendo insuficiente dado que ya se desfinanciaron los pocos que había. Se estima que hubo más de 500 mil denuncias por situaciones de violencia de género en los últimos cinco años. Ante esto, el Estado anunció que iba a habilitar el patrocinio jurídico gratuito y especializado sólo en cinco provincias, con un abogado por cada una de ellas. No veo políticas importantes ni planes para erradicar la violencia que den frutos. Al contrario, la realidad nos dice que hay un femicidio cada 26 horas.

–Los datos dicen que el 85 por ciento de los femicidios son generados por parejas o ex parejas de las víctimas…
–De acuerdo a nuestro relevamiento, esa es la estimación que se mantiene desde el 3 de junio de 2015. Ocho de cada diez femicidas son hombres conocidos del círculo íntimo de la víctima, y seis de cada diez son parejas o ex parejas. Son los padres de sus niñes, los hombres cercanos, quienes hoy ejercen la principal y peor forma de violencia contra las mujeres. Las estadísticas también muestran que es el hogar de la víctima donde suceden estos femicidios. Por eso el cambio cultural es sumamente importante. También que el Estado intervenga es clave para revertir todas las formas de violencia que están naturalizadas. Los femicidios son la punta del iceberg de todas las otras formas de violencia que existen y son sumamente cotidianas.

Vivanco junto a la periodista Mariana Carbajal. Foto: @raquelvivanco

–¿Y qué puede hacer el Estado para revertir esta situación?
–Tiene que llevar adelante un plan principalmente asentado en la prevención. Tiene que hacer campañas de sensibilización y garantizar el abordaje integral para las mujeres que soliciten ayuda. Necesitamos profesionales que intervengan y tengan esta perspectiva de género. Por algo existe la Ley Micaela, que prevé la capacitación obligatoria en género para todas las personas que integren los tres poderes del Estado. Necesitamos que haya medidas de protección para las mujeres que denuncian a los violentos, que garanticen que el agresor no vuelva a acercarse a la víctima. Hubo denuncias previas en el 16 por ciento de los femicidios cometidos durante este año y en el 18 por ciento de estos últimos cuatro. Por eso el botón antipánico no es una medida eficaz, no puede ser que la mujer esté controlando que no se acerque el agresor. Necesitamos un sistema en donde la vigilancia esté puesta sobre el agresor.

–¿Es posible que en el gobierno de Alberto Fernández se trate con más atención la paridad de género en ámbitos políticos, de empleo y sociales?
–Espero que el anuncio de la creación de un Ministerio de la Equidad y la Igualdad se concrete, porque es una de las formas de jerarquizar las políticas pendientes: prevenir y erradicar la violencia machista. Apuesto a que se nos convoque a todas las organizaciones feministas que ya venimos trabajando y desarrollando iniciativas para hacer un aporte desde nuestras experiencias, desarrollar y llevar adelante políticas públicas que combatan las problemáticas específicas de las mujeres en nuestro país.

-¿Es importante que se cumpla la paridad de género en el Poder Ejecutivo?
–Es importante porque es hacer y evidenciar en todos los lugares de decisión cuál es la correlación que existe en la sociedad en términos de habitantes. Las mujeres somos más de la mitad de la población, y es muy difícil pensar en una democracia que no tenga ese nivel de representación en cualquiera de sus ámbitos. Todos los poderes deben promover e ir hacia una construcción que dé cuenta de la representatividad de las mujeres en la sociedad. No sólo porque somos más de la mitad, sino porque estamos en el siglo XXI y es muy difícil pensar que alguien pueda prescindir de la participación de las mujeres a la hora de desarrollar o proyectar el futuro de un país.