Por M. Risiglione y C. Cebrero

El streaming llegó para quedarse. Cada día redobla su apuesta con nuevas aplicaciones, herramientas y contenidos para atraer a los usuarios. En el área audiovisual, los resultados saltan a la vista: en marzo de este año, la Motion Picture Association of America (MPAA) publicó el informe anual “Theme Report 2018”, en el cual analiza la evolución del sector audiovisual a nivel global. Allí se asegura que por primera vez el entretenimiento digital doméstico fue la principal fuente de ingresos de este campo –por encima de la exhibición en salas de cine– con una recaudación total de 42.600 millones de dólares, un incremento del 34 por ciento con respecto a 2017. Este viraje de las audiencias se dio tras el boom de Netflix, que generó una transformación en la forma de ver películas y series. Frente a estas nuevas opciones de consumo, Youtube se reinventó para competir a través de un nuevo servicio de suscripción paga, Youtube Premium.

Según el informe anual “The Global State of Digital in 2019”, creado por la plataforma Hootsuite y la agencia de marketing We Are Social, Youtube es la red social más usada en los países de habla hispana. Casi el 80 por ciento de los usuarios activos en la Argentina ingresan al menos una vez al día a la plataforma de videos de Google. Si bien el mayor consumo se registra entre los jóvenes de 16 a 20 años, el 69 por ciento de los usuarios de entre 36 y 54 afirma visitar la web diariamente.

La autogestión en la Argentina como alternativa ante escenarios de crisis económica se instaló en este espacio, apoderándose de una buena porción de esa audiencia. Con el lanzamiento de Youtube Premium en marzo de 2019, tanto productoras como estudiantes encontraron un espacio para difundir contenidos de manera gratuita, masiva y sin publicidad. En este contexto, brindaron su testimonio Bárbara S.A., integrante del colectivo artístico Mastica; Antonella Marchese, estudiante de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) y directora de cine, y Fernando Milsztajn, también director.

Bárbara explica que el colectivo lleva seis años de trabajo. En sus inicios producían eventos inmersivos pero, desde 2016, comenzaron a rodar una serie web que se estrenó a fines de octubre en Youtube. Con el mismo nombre que la agrupación, la serie consta de seis capítulos de alrededor de siete minutos cada uno, que se subieron semanalmente los domingos. La referente de Mastica comenta que es apta para todo público aunque apunta a un público de hasta 35 años. De carácter performático y mediante el absurdo, Mastica incluye críticas a las políticas del macrismo, entonces todavía en el gobierno. El mismo contenido, además, puede visualizarse a través de Instagram TV.

Como reza el trailer, es “una serie web hecha con cinco mil pesos”. “Por la naturaleza autogestiva, Youtube era la plataforma más accesible que encontramos para nuestro público diverso. Es la red social de videos más grande y relevante del mundo. Vimeo, en cambio, es mucho más de nicho”, afirma.

Por otra parte, Marchese dirigió el mini-documental Vivir Malvinas. Recuerda: “El proyecto surgió a partir de un trabajo para la facultad. Nos pidieron hacer una entrevista, y quisimos rodar algo que resultara interesante, que fuera más allá de un contenido meramente producido para entretener. Teníamos la oportunidad de entrevistar a Alejandro Príncipe, un ex combatiente de Malvinas, y a su novia de entonces, Nancy Gallo. Lo hicimos y fue muy emotivo”.

Como Mastica, Vivir Malvinas surgió como un proyecto autogestivo. Habla la directora: “La financiación salió de nuestros bolsillos, nos repartimos los gastos. Por suerte teníamos nuestros propios equipos y sólo tuvimos que alquilar el sonido. Además, ambientamos la casa de una de las camarógrafas para no tener que alquilar una locación”.

La directora dice que publicaron el video en esta plataforma porque es la más conocida y, si bien existen alternativas, es la opción a la que recurre la mayoría del público cuando busca videos. “Esta plataforma nos da la posibilidad de acercar la entrevista a muchas más personas para que no quede sólo en el círculo de profesores y alumnos. Nos permite mostrar nuestro trabajo en otros ámbitos”, dice.

Alejandro Jovic y Paula Carruega, protagonistas de Un año sin nosotros.

Fernando Milsztajn, que dirigió la miniserie Un año sin nosotros, explica que el proyecto de 23 capítulos surgió luego de rodar el micro humorístico “Neuróticos” para UN3 TV (el canal de la Universidad de Tres de Febrero) y que le preguntaran si tenía otros proyectos. Si bien fue mayormente financiada por UN3 TV, el director reconoce que hubo mucho sacrificio por parte de todo el equipo y que se resignó ganancia en pos de hacer una buena producción.

La serie fue la primera en ganar un premio Martín Fierro en la categoría “Ficciones de internet”. En este sentido, el director comentó: “El estreno de los últimos tres capítulos se hizo en el espacio Margarita Xirgu, también dependiente de la universidad, y el público hizo media cuadra de cola para entrar. Pero más allá de que de alguna manera ya estaba validado el éxito de la serie, el premio fue sorpresivo”.

Respecto de las ventajas de publicar en Youtube, Milsztajn destaca que “el producto llega a mucha gente con gran facilidad, se viraliza rápido y hay interacción con los espectadores que dejan comentarios, por lo que uno puede recibir impresiones del público de primera mano”.

Tanto Bárbara S.A como Marchese y Milsztajn coinciden en que, si bien hay que desarrollar estrategias para que los contenidos alcancen a una mayor audiencia, Youtube se consolidó como una herramienta útil para productores. “A menos que el usuario elimine el video, este perdura en el tiempo y, en los casos de las productoras, nos permite tener todo el material concentrado en nuestro propio canal. De esta manera, si llegan visitas a un determinado contenido y gusta, es probable que los usuarios entren a ver qué más tenemos publicado en el canal, haciendo visible el resto del material que producimos”, afirman.