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Especialistas en salud analizan las medidas tomadas por el Gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández.
Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología: “El Presidente de la Nación tomó las medidas, por suerte, dos semanas antes que países como Italia, España y China, que demoraron casi un mes desde que reconocieron los primeros casos hasta la implementación de la cuarentena total, lo que se tradujo en un aumento exponencial de casos. Acá la cuarentena se estableció antes de ese aumento abrupto, con lo que podríamos tener un impacto importante en la disminución de casos. La posibilidad de que la cuarentena se prolongue dependerá de lo bien que la cumplamos, y la forma de medirlo es viendo que en una semana la curva empiece a amesetarse”.
Vilma Ripoll, licenciada en Enfermería, trabajadora de la terapia intensiva del Hospital Italiano e integrante de la conducción nacional del Movimiento Socialista de los Trabajadores Nueva Izquierda: “Alberto Fernández tomó decisiones insuficientes, solo con la cuarentena no alcanza. Hay que ir identificando casos positivos y preparar los recursos de salud, porque todos saben que tenemos una situación catastrófica en los hospitales de Buenos Aires. Ahora nos vamos a dar cuenta qué importante son la salud pública y la producción nacional de respiradores y medicamentos. Ahora va a aumentar la cantidad de testeos porque se va a descentralizar el Malbrán, lo que se va a traducir en un salto exponencial que refleja la verdad de casos que tiene el país. Además, hay que hacer comités barriales para convencer a la gente de que no salga, eso es más efectivo que la policía corra a las personas con una moto”.
Adriano Baresi, neurólogo argentino radicado en Alemania y médico superior del Hospital KMG Luckenwalde, Brandenburgo: “La Argentina está manejándose mejor que Alemania. La decisión política de hacer una cuarentena general, con excepciones válidas y monitoreo de fuerzas de seguridad, es una determinación muy efectiva y ultranecesaria para disminuir la velocidad de nuevos casos de infecciones positivas. Argentina fue muy rápida y correcta en todos los aspectos: tiene control migratorio, aislamiento de turistas provenientes de lugares de alto nivel de contagio y medidas financieras para las personas de bajos recursos. Yo no soy simpatizante del gobierno de turno, pero hay que sacarse el sombrero por cómo se está moviendo. Lamento que mucha gente no lo entienda y siga saliendo sin ningún justificativo. Ni hablar de los que piensan que son vacaciones, esa gente necesitaría una revisación neurológica para ver qué tiene en la cabeza. El gobierno alemán no quiere tomar esas medidas basándose en excusas altamente criticables: no quiere que las familias se mantengan separadas alegando un shock emocional en las generaciones venideras. Pero es más traumático perder a un padre o a un abuelo”.
Dolores Fellner, integrante del departamento de virología en el ANLIS Malbrán: “En un principio, cuando comenzó a pasar en China, los ciudadanos y políticos lo veíamos muy lejos. Cuando fueron los primeros casos a España, donde los tuvieron recluidos en un hotel, pensamos que eran hechos muy puntuales. Pero ya cuando los contagios en Italia se hicieron masivos, y al haber una gran cantidad de tráfico de personas entre los dos países, el problema fue mucho más importante. Creo que el Estado actuó tarde, ya que mi hija estuvo en Italia un día antes de que se cerraran las fronteras y en el aeropuerto no se le hizo ni una prueba de temperatura. En Barcelona la gente está siendo muy solidaria y trata de pensar más en el otro, pero pensamos que se podría haber tomado medidas mucho más drásticas desde un principio”.
Adolfo Rubinstein, ex ministro y ex secretario de Salud de la Nación, médico epidemiólogo, docente universitario e investigador del Conicet: “Hubo cierta dilatación de algunas semanas en entender cuál podría ser el impacto de la epidemia. De hecho, el ministro de Salud reconoció que se había subestimado el impacto y que había pensado que iba a llegar más tarde. De todas maneras, ahora se han tomado las medidas correctas, lo que se ha hecho está muy bien. Es necesaria la cuarenta porque no tenemos certeza de si podemos disminuir la pendiente de la curva de aumento de casos. Ningún sistema de salud está preparado para una epidemia de estas proporciones, así que hay que tratar de que la curva de crecimiento entre en una meseta como para que el sistema se vaya adaptando”.
Claudio Santa María, médico, profesor y rector de la fundación Ciencias de la Salud: “Estamos bastante bien parados gracias a las medidas que se tomaron. Pero habrá complicaciones. Va a aumentar mucho la cantidad de infectados y nos vamos a asustar. Las personas que no quieren hacer cuarentena, que por lo general son jóvenes y no están dentro del rango de mortalidad del virus, es la que más tiene que transmitir tranquilidad y hacer las cosas bien. El tema no es tanto sobre ellos, el tema es con la gente mayor de 50 años que convive o tiene cercanía. Hay que mantener la calma e informarse en lugares serios, como el Ministerio de Salud. El miedo paraliza y su mejor antídoto es el conocimiento”.
Alberto Cambra, argentino residente en España desde 2000: “El gobierno español declaró el aislamiento domiciliario obligatorio el 13 de marzo, y quienes no cumplan pueden recibir multas que van desde los 100 hasta los 600 mil euros y penas de prisión. También se están instalando hospitales de campaña para los casos de menor gravedad y se van a usar hoteles. Aquí se habla muy bien de las medidas tomadas en la Argentina. Cerraron las entradas de vuelos desde destinos internacionales mucho antes que varios países europeos y tomaron nota de lo que pasó aquí”.