Por Matías Korol

Santiago Olszevicki egresó del Nacional Buenos Aires en 2014 y en 2015 comenzó la carrera de bioquímica en la UBA. Cinco años después, está cerca de recibirse y obtuvo una beca para desarrollar un proyecto de investigación en bioinformática. Es un apasionado del análisis de datos, como lo demuestra en su cuenta de Twitter, donde diariamente sube gráficos de la Argentina y de otros países para dar a conocer la situación de COVID-19. Es una referencia no solo en las redes sociales, sino también para Alberto Fernández y Axel Kicillof, quienes utilizaron algunos de sus gráficos.

—En una nota con Telefé Noticias, el Presidente usó tus gráficos para explicar el aumento de contagios ante el aumento de la movilidad de la gente. ¿Sabías que iba a utilizarlos?
—No, la verdad es que no tenía idea de que iba a mostrar mi trabajo, me enteré en el momento porque un amigo me preguntó si esos eran mis gráficos. Es gracioso porque yo ni estaba viendo la entrevista, estaba cenando. Obviamente cuando me dijeron lo busqué y efectivamente eran míos. Después me contaron que Axel Kicillof también los usó en una reunión con los intendentes bonaerenses. La experiencia fue muy interesante. Fue genial que el Presidente transmitiera el mismo mensaje que yo quería dar: que hay que bajar la movilidad.

—Si hablaras con el Presidente, ¿qué le dirías en cuanto al manejo de la pandemia?
—Creo que el manejo de la pandemia está muy bien. De hecho, fuera del AMBA la estrategia es excelente y permitió que algunas provincias no registraran casos en mucho tiempo. Fue clave el rastreo de contactos y el testeo constante. En el AMBA, obviamente la situación es más compleja. Ahora hay mucho porcentaje de casos positivos y de camas ocupadas. Metafóricamente, se podría decir que en Buenos Aires estamos ganando el partido, porque evitamos muchas muertes, pero ahora nos echaron a dos jugadores y tenemos que meter a un defensor para que no nos lo den vuelta. Ese defensor sería volver a quedarnos en nuestras casas.

—¿Fue correcto el análisis que hizo el Presidente de la situación argentina, diferenciándola de Suecia, Chile y Brasil?
—Absolutamente. El análisis de Alberto Fernández demostró qué tan estrictas fueron las medidas de aislamiento en otros países, y cómo afectaron la circulación del virus. Como acá fuimos más contundentes, se pudo salvar muchas vidas. En cambio en Chile o Brasil hay un aumento exponencial de casos, y Suecia es el único país de Europa que aún no logra controlar la pandemia. Eso se ve claramente en la cantidad de muertes por millón de habitantes, que es mucho más alta que acá. Creo que haber tomado las medidas rápidamente fue esencial para lograr un éxito relativo hasta el momento. 

—Se podría pensar que al graficar la cantidad de muertos y contagiados diarios por el virus, se analiza a las personas como si fuesen números. ¿Qué sentís cuando armás los gráficos?
—Sí, puede ser algo deshumanizante ver a las personas como números, como datos. Pero examinar los datos permite encontrar situaciones preocupantes. Por ejemplo, con un análisis reciente nos dimos cuenta de que la mayoría de las personas que entra a cuidados intensivos lo hace antes de tener el diagnóstico de coronavirus, incluso antes de ser hisopados. Así que por un lado es raro tomar a las personas como datos, pero por el otro puede ayudar a los pacientes al encontrar ciertos patrones de conducta que uno no notaba.

—¿Cuál es la información más relevante que se obtiene a través de los gráficos?
—Los gráficos son una visualización de los datos, no son la información en sí. Son una forma de mostrar de manera simple los patrones y las estadísticas. Creo que lo más importante son las tendencias. Hoy, no es lo mismo 3.000 casos en la Argentina que en Italia, porque acá significa que los casos están aumentando, y en Italia lo contrario.