Sonia Spampinato, 6 años
Hoy: Abogada
Del día del golpe recuerdo que estaba mirando la televisión y ahí estaba sentada la Junta Militar. La percepción que había en mi casa era que algo nuevo venía a poner orden. No se decía que era un golpe de Estado y yo no entendía que eso era malo. De todas formas, recuerdo que la imagen era oscura, lúgubre, y los militares me daban miedo.
En mi mundo, no había nada que me llamara la atención: tuve una infancia de lo más plácida. Mis únicas preocupaciones eran mis amigas, las materias del colegio e irme de vacaciones con mi familia a Mar del Plata. Cuestiones exclusivas de una niñez de lo más normal y aséptica. No había ninguna contaminación del exterior.
De hecho, el único comentario negativo que me llegó de la dictadura fue cuando mi papá viajó a Alemania en 1978, antes del Mundial. Él volvió con el cuento de que había propaganda que indicaba que Argentina era un campo de concentración y eso le indignaba. Le parecía una idea muy errada. Estábamos anestesiados.
En el mismo piso que nosotros vivía una familia que tenía un hijo único. Un día ocurrió una tragedia: lo habían matado adentro del auto. Aparentemente, estaba circulando por Campo de Mayo y le dispararon. Era un chico joven, de 20 años, que iba a la facultad. No sé su nombre. Eso es lo que recuerdo del terror.
Producción: Franca Quarneti