Por J. Carlotto y N. Villarruel

Vanessa Ragone es uno de los nombres más importantes de la industrial audiovisual nacional. Con su productora Haddock Films ganó el Óscar a la Mejor película de habla no inglesa por “El secreto de sus ojos”. Además, es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina​ y de la asociación Directores Argentinos Cinematográficos. Su último trabajo como productora es “El fotógrafo y el cartero: el crimen de Cabezas”, el documental que recupera lo ocurrido alrededor del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, el 25 de enero de 1997, y el proceso de investigación del entramado mafioso que culminó con el suicidio del empresario postal Alfredo Yabrán, el 20 de mayo de 1998. La película se estrena en Netflix el jueves 19 de mayo.

-Nuevamente trabajás con Alejandro Hartmann, quien había dirigido la docuserie Carmel (2020), sobre el crimen de María Marta García Belsunce. ¿Qué te llevó a convocarlo para este proyecto?
-Con Alejandro nos sentimos muy bien trabajando juntos, es un director muy inteligente, sensible y con capacidad de escucha. Es muy bueno colaborar con él. A este documental llegó por dos caminos. Yo venía pensando en José Luis Cabezas y Alejandro, por su lado, estaba interesado en la figura de Yabrán. Charlando, las ideas se cruzaron y decidimos trabajar juntos. Siempre que podemos lo hacemos porque nos sentimos muy bien como dupla creativa.

-¿Por qué tomaste la decisión de producir esta película?
-Fue una idea que llevó mucho tiempo de gestión, era un tema que no se había desarrollado como documental -o no todo lo que se podía-, que me conmovió mucho cuando sucedió y siempre estuvo en mi cabeza. Después, leí dos libros del abogado de la familia de José Luis, Alejandro Vecchi, en los cuales desarrolla con mucho detalle los procesos de investigación y el jurídico. El hecho de que se cumpliera un cuarto de siglo del asesinato y ver que mucha gente joven no sabe lo que pasó o solamente conoce alguna referencia pero no tiene toda la información, nos motivó para traerlo de nuevo a la memoria de los argentinos.

-El documental se presentó en tres funciones durante el BAFICI. ¿Qué representa hacer la premiere mundial en el festival porteño?
-Es una alegría enorme estar en un festival. El BAFICI es un festival fundamental en Argentina, una muy buena plataforma de lanzamiento para la película. Si bien la película va a estar disponible en Netflix a partir del 19 de mayo, que el estreno sea en una sala conlleva un impacto mucho más grande. Cualquiera que haya estado esos días lo vivió, sumado a la posibilidad de participar en las preguntas y respuestas, que es algo propio de los festivales. Nos parecía que era un ámbito muy valioso.

-¿Qué repercusiones esperás con este documental?
-Creo que el impacto va a ser alto. Es un tema de consideración para toda la sociedad, ya que pasaron muchos años y es un buen momento para recordar lo que ese crimen implicó en relación a los poderes fácticos que se entrecruzan y hacen lo que quieren con nuestras vidas. Es un relato muy exhaustivo del caso y espero que en el mundo también tenga buena repercusión, porque es una una tragedia que le puede suceder a cualquiera: unos poderosos que deciden sacar del medio a un trabajador de prensa y lo hacen sin demasiado problema, y de una manera horrenda, contratando una banda criminal que deja destruida a una familia y a un núcleo de la sociedad muy conmovido.